En Lecturas, Pilar Eyre ha contado que Juan Carlos I y Sofía no se amaban realmente cuando se casaron. La periodista contó que el joven monarca tuvo que confesarle a la condesa Olghina di Robilant Olghina de Robilant que se tendría que casar con una princesa griega. Una primicia que no sorprendió a la amante que durante cuatro años vivió un intenso romance con el que se convertiría en el rey de España.
Justo faltaban dos meses para la boda cuando Juan Carlos I decidió contarle la noticia a la condesa. Olghina di Robilant llamaba al futuro rey español ‘Joanino’ y fue quien inició al joven en las artes de la pasión y el romance.
Ese día el nieto de Alfonso XIII fue con Clemente Lequio, el padre de Alessandro, a buscar a su amante a un centro nocturno. Sin embargo, el primo dejó sola a la pareja apenas llegó al lugar.
Las confesiones de Olghina di Robilant sobre la boda de Juan Carlos I y Sofía
Pilar Eyre ha contado que Juan Carlos I y Olghina di Robilant llegaron a una pensión donde minutos después de tener un acercamiento intenso el asunto de la boda centró la velada. En sus propias memorias la condesa reveló que esa noche le preguntó a su amante si estaba realmente enamorado de la princesa griega con la que se casaría. Algo a lo que el joven respondió que no.
Incluso Juan Carlos I llegó a decirle a Olghina di Robilant que se casaba por órdenes de su padre quien buscaba mantener la dinastía.
En las memorias de la condesa su autora revela que el futuro rey de España le contó que tendría que tener hijos con la princesa griega para poder asegurar la continuidad de la familia Real. El joven además le dijo a su amante que ni siquiera sabía si el enlace iba a ser con Sofía o con Irene.
El anillo de bodas que Juan Carlos I mostró a Olghina di Robilant
La autora de ‘Franco, confidencial’ reveló que Juan Carlos I le mostró a Olghina di Robilant el anillo de bodas que le entregaría a su futura mujer, una prenda que Sofía usa orgullosamente. La condesa cogió el anillo y lo colocó en uno de sus dedos mientras lo miraba con cierta indiferencia.
Eyre ha referido que Olghina di Robilant le dijo a Juan Carlos I que durante el año que no se habían visto ella había tenido una hija. Acto seguido quien sería el rey de España se sorprendió tras preguntarle a la condesa si su intención era endosarle la paternidad de la bebé.
La rápida huida de la habitación después que Juan Carlos I se enteró sobre la maternidad de su amante
Después de enterarse de la maternidad de Olghina di Robilant, Juan Carlos I abandonó la habitación rápidamente no sin antes decirle a su amante que pagara ella la pensión. Un tiempo después la condesa sostuvo que el padre de su hija era el nieto de Alfonso XIII, pero que no había hablado antes para no afectar la boda de los próximos reyes de España.
Pero Pilar Eyre además cuenta que tampoco Sofía estaba enamorada de Juan Carlos I cuando se casaron. La periodista ha asegurado que la princesa griega se sentía muy atraída por el duque de Kent. Incluso la escritora sostiene que la boda de los que serían los reyes de España fue un despropósito.
La periodista ha revelado que cuando Juan Carlos I y la reina Sofía tuvieron su hijo varón dejaron de esforzarse porque ya había un sucesor. Pilar Eyre subraya que ya “han transcurrido 60 años desde esa boda entre dos personas que entonces no se amaban y que llegaron a detestarse”.