Durante toda la semana se han sucedido diversas opiniones e incluso críticas exacerbadas a las palabras que Ana María Aldón dijo sobre su crisis con Ortega Cano, reclamando su lugar en el matrimonio y no estar siempre a la sombra de Rocío Jurado y ayer fue la propia Ana maría quien quiso poner los puntos sobre las íes repartiendo zascas, eso sí, con mucha educación y un punto de ironía.

Ana María Aldón habla alto y claro: no se separa

A la pregunta en 'Viva la Vida' de Emma García de como se encontraba, tras el tsunami que han provocado sus declaraciones, Ana maría contestaba con un: “Estoy, que no es poco”.

Se dolía la diseñadora de que no se entiendan sus palabras y se les dé la vuelta, asegurando que a lo mejor es que habla un idioma que no se entiende.

A la pregunta de cual había sido la reacción de Ortega Cano a su declaración de intenciones, aseguraba que no ha habido reacción, que ella la esperaba, pero no ha sucedido: “hemos hablado de todo menos de eso” y Emma preguntaba si eso era bueno o malo, a lo que Ana María miraba al suelo y afirmaba que no había recibido la respuesta que creía se iba a producir.

No considera que haya hecho público nada de su intimidad familiar, ya que fue el propio Ortega Cano quien dijo públicamente que Rocío Jurado era la mujer de su vida insinuando que seguía enamorado de ella.

Unas palabras, que ya en el momento de producirse, desembocaron en una crisis de la que el matrimonio logró salir, aunque ahora Ana María ha decidido dar un paso al frente y reclamar su sitio en el corazón de su marido: “su corazón es tan grande que cabemos las dos”.

Zanjaba los rumores malintencionados, afirmando que duermen juntos en la misma cama, que su marido es una buenísima persona y que ella nunca le haría daño: “no nos vamos a separar”.

Contundente respuesta a Rocío Flores y Lequio

Rocío Flores también ha opinado esta semana sobre el matrimonio de su abuelastro Ortega Cano y Ana María, a lo que la diseñadora le ha respondido con un educado zasca: “me sorprende que no hable de su tema y lo haga de mi matrimonio. Respeto a todo el mundo y espero que hagan lo mismo conmigo.

No me enfada porque no me ofende”.

También Gloria Camila opinaba que los trapos sucios se lavan en casa y Ana maría replicaba que ella no había compartido la intimidad de su casa y si había hablado es porque era vox populi y está en su derecho de expresar lo que siente.

Afirmaba que entiende a Gloria y que ya lo han hablado, que la hija de Ortega Cano cuida mucho de su padre, pero que ella como su mujer hace lo mismo y que solo ha reclamado su sitio, nada más.

Para Alessandro Lequio ha tenido sus más duras palabras al decirle que él también está cerca del geriátrico, que tiene una pareja mucho más joven y que debería vigilar lo que dice y cómo lo dice, porque sus afirmaciones si le han molestado: “yo no necesito sembrar ningún problema”.

Ana María se duele que desde que comenzó la docuserie de Rocío Carrasco, su marido se ha replegado en si mismo y está más ‘ausente’, cabizbajo y un tanto apático y considera que cuando él sienta la necesidad hablarán porque ella está enamorada y considera que él también.