Un año después de su detención tras una actuación policial de amplio recorrido, el juez que llevaba el caso de Rafael Amargo le acusa de ser presuntamente el cabecilla de una banda organizada de narcotráfico, asegurando que hay indicios suficientes para iniciar un juicio por un delito contra la salud pública. El bailaor se mostraba tranquilo en su primera aparición en público afirmando que se había enterado de la noticia mediante una alerta de prensa que tiene activada en el móvil y que, aunque lleva un par de días sin dormir, no tiene nada que esconder.

Los delitos que se le imputan a él y varias personas de su círculo íntimo podrían dar lugar a una pena de cárcel, tanto por el citado delito contra la salud pública como por pertenencia a una banda criminal, de la que ahora podría verse juzgado como líder. Como ya se anunciaba el pasado año tras encontrarse en su domicilio cantidades sospechosas de varios tipos de estupefacientes que él siempre ha defendido eran para consumo propio, si la máxima pena de ambos delitos computase por más de dos años, el artista debería entrar en prisión.

Rafael Amargo lideraba presuntamente una red de tráfico de sustancias ilegales

El juzgado de Instrucción número 48 de Madrid finaliza la investigación que se abría el año pasado contra Rafael Amargo, en la que también estaría presuntamente involucrada su mujer, Luciana Bongianino.

El auto acaba dictando que era presuntamente el jefe de una organización encargada del tráfico de estupefacientes mediante mulas entre los que podrían encontrarse metanfetamina, ketamina, MDMA y GBL entre otros. El juez concluye que la labor de Rafael Amargo era encargarse "de la compra de sustancias estupefacientes para abastecer al grupo", mientras que su abogado, Cándido Conde-Pumpido, sigue manteniendo que las sustancias eran para consumo propio.

Rafael Amargo declara que no tiene nada que esconder

Rafael Amargo daba indicios en sus declaraciones de creer que existe una mano negra: ''Lo que quieren hacer es como matarme. Hay ahí detrás unas historias como de celos y de envidia y de unas cosas muy feas que no sé por qué''. Además, se mostraba tranquilo y afirmaba: ''El que no tiene nada que esconder, tranquilo tiene que estar''.

El artista también denunciaba el hecho de que se le haya retirado el pasaporte, el cual necesita para trabajar, al seguir inmiscuido en la gira de su obra 'Yerma' y teniendo pendientes varias actuaciones fuera del territorio español que podrían verse afectadas por esta última resolución judicial. Rafael Amargo hacía referencia al artículo 35 de la Constitución, que establece que no se le puede negar el trabajo a nadie, aludiendo a que a él se le está negando mediante la medida de retirada del pasaporte.