La lava del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma, en Canarias continúa causando destrozos por donde pase, por lo que múltiples periodistas han viajado al lugar para obtener las mejores escenas. Por esto, Alejandro Rodríguez del programa Cuatro al día, decidió grabar con su propio móvil cómo la lava del volcán destruía todo a su paso, a solo unos 10 metros de la lengua de lava.

Durante la grabación el periodista explicó que toda la zona había sido desalojada en cuestión de horas debido al avance de la lava, pues como se podía ver en el vídeo, el magma acababa tanto con las viviendas como con los campos de cultivo.

En el área también había cuerpos de seguridad que hacían un seguimiento a la lava, contabilizaban la cantidad de viviendas destruidas y aseguraban la seguridad de los reporteros que se encontraban en la zona.

Esta acción, si bien le permitió tener imágenes exclusivas, ha provocado una serie de críticas en Twitter hacia el reportero, al exponerse a tal peligro solo por tener imágenes exclusivas y cómo Mediaset ha permitido que un reportero se exponga de esa forma.

Unos lo criticaban, pero sus compañeros lo defendieron

Los comentarios más comunes hacían referencia a cómo no solo el reportero ponía en peligro su propia vida, sino que también a los cuerpos de seguridad. Otros le comentaron que se podía perfectamente informar sobre la situación sin “causar problemas”.

Ante la oleada de reproches, varios compañeros de trabajo defendieron las acciones de Alejandro, argumentado que si el reportero estaba tan cerca era porque estaba permitido, De hecho, el reportero se tomó una foto con Carlos Franganillo (presentador del Telediario de TVE), en esa misma zona donde había grabado y con un coche de protección civil que limitaba el paso con la lengua de lava, por lo que se mantenían en un área segura.

Cabe recordar que detrás de las imágenes y vídeos que se muestran en los medios de comunicación sobre lo sucedido en Canarias, siempre se sigue un protocolo de seguridad para no poner en peligro a ningún trabajador.

El magma continúa haciendo destrozos

Hasta el momento se han contabilizado a unas 5.000 personas que tuvieron que evacuar sus hogares para resguardarse de la lava volcánica. La evacuación fue en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, y por razones de seguridad se ha fijado un radio de exclusión de 2 kilómetros en torno a los centros de emisión, esto es porque los gases de la erupción constituyen un gran riesgo para la salud de las personas. A pesar de que no se tengan que lamentar víctimas mortales, muchos residentes se lamentan por haber perdido su vivienda en tan poco tiempo por la erupción volcánica.