Alba Santana viajó hace unos días de urgencia por el agravamiento de la enfermedad de su madre, Mila Ximénez. Alba acompañó a Mila en su último tránsito y dejó esta vida, víctima del Cáncer, a la edad de 69 años recién cumplidos.

Ahora, la hija toma el camino a la inversa: regresa a Ámsterdam, donde la esperan sus hijos y su marido Aviv Mirón, donde lleva una discreta vida familiar, alejados de flashes y platós televisivos. Pero regresa con un triste equipaje: las cenizas de Mila Ximenez.

Alba cumplirá el deseo de su madre de estar cerca de su familia

Alba cumple así la última voluntad de la querida periodista y tertuliana de Telecinco. Porque Mila Ximénez quería retirarse, jubilarse y asentarse en Países Bajos, más precisamente en Ámsterdam, la ciudad elegida por su hija, para estar cerca de ella y de sus nietos, Alexander, de 14 años, y Victoria, de 9 años.

Según explicó el hermano de Mila Ximénez, Manolo, Alba ya tiene en su poder las cenizas de su madre, que le entregó el viernes 25 de junio una empleada de la funeraria encargada de los tristes trámites. Manolo, roto de dolor, explicó que Alba llevará las cenizas de Mila porque es donde ella “ha querido estar siempre: al lado de su hija y de sus nietos, pero la distancia no lo ha permitido”.

Mila Ximénez planificaba su futuro para estar junto a su hija Alba

Según Manolo, todo lo que planificaba en los últimos tiempos Mila era en función de vivir cerca de de su hija y nietos, con quienes tenía una relación muy cálida y cercana pese a la distancia: "ese ha sido siempre el objetivo de Mila", afirma Manolo.

Pese a su bajo perfil, Alba finalmente sacó fuerzas en medio de todo su dolor, y pudo hablar con los medios de prensa que se agolpaban en la puerta de la casa de su madre.

Con la voz quebrada, agradeció a los colegas de Mila Ximénez por “la atención, el respeto y el cariño” que siempre le demostraron. Alba aseguró que, pese a que su madre se enojaba por las guardias que tenía que soportar, les tenía verdadero afecto: "me quedo con todos los buenos recuerdos que ella me contaba de vosotros", aseguró.

En el tanatorio se vio el apego familiar

La unidad familiar fue tangible durante los dos días del tanatorio, donde los tres hermanos de Mila, Encarnación, Concha y Manolo, siempre estuvieron presentes y acompañando a Alba Santana. Allí también se acercaron los consternados compañeros de 'Sálvame’ y muchas figuras de la pequeña pantalla que compartieron aire con Mila para dejar sus condolencias y demostrar el cariño hacia la periodista.

Ahora, Alba retomará el viaje hacia su casa con gran dolor y una triste carga, pero segura de haber cumplido cada uno de los deseos de su madre. El más importante, estar en Ámsterdam, junto a su hija y sus nietos.