Carlos Alba sabe que su actitud con Gianmarco al que después de llamar ‘mi hermano’ no dudó en quitarle el desayuno que el juego le había otorgado, le ha hecho perder definitivamente el concurso y anda el hombre desatado. Ya nada le importa y Lara Sajen, logró ayer que sacase su verdadera cara en una bronca con final surrealista. Un poco antes había pedido perdón a gritos a Gianmarco que le preguntaba porqué no le hablaba, en lo que más parecía una pelea por su agresividad verbal y gestual, que un sincero deseo de ser perdonado.

Carlos llama 'hermano' a Gianmarco y le quita su premio

Carlos Alba que estuvo contenido durante su reclusión en el barco encallado, gracias sobre todo a la templanza y el apoyo de Agustín Bravo, que debía de haber sido ‘superviviente’ antes que él. Una vez incorporado al resto en la isla y creyéndose privilegiado por la audiencia, ha comenzado a hacer ‘carlotadas’ mostrándose cada vez más broncas y menos compañero.

Ha mentido a sus compañeros respecto a las nominaciones, algo que se puede hacer sin recibir sanción, pero que muestra la catadura moral del personaje y si no que se lo pregunten a sus ex compañeros de ‘MasterChef’ que guardan todos ellos un imborrable recuerdo del cocinero. Lo que presenciamos el lunes, cuando tras el juego de castigo y recompensa, tuvo que elegir a quien quería despojar de su premio y fue directo hacia su ‘hermano’ Gianmarco a pedirle el desayuno que había ganado, lo sentenció ante la audiencia.

Ante la protesta de Gianmarco, rápidamente reaccionó y quiso intercambiar con Olga, que no entendía nada, pero Tom Brusse, elegido juez hasta el jueves, le hizo ver que no podía cambiar de opinión y Carlos se quedó con el estupendo desayuno de Gianmarco.

Lara logra desenmascarar a Carlos

Carlos lo da todo por perdido y ayer Lara logró que por fin aflorará su verdadera personalidad al llamarlo ‘falso’ incluyendo delante la palabra que designa al oficio más antiguo del mundo.

Una frase coloquial, que para nada indica que se acuse a la persona a quien va dirigida de ejercer ese oficio, pero a ella se agarró Carlos como un koala a su eucalipto, para a voz en grito acusar a Lara de haberle insultado llamando ‘meretriz’ a un hombre casado.

Los espectadores en sus casas estaban muertos de risa ante el surrealismo de la acusación de Carlos a Lara de haberle insultado llamándole ‘eso’ siendo un hombre casado.

¿Le traicionó el subconsciente? ¿Tiene dificultad de comprensión?

Lo cierto es que el cocinero no solo hizo el mayor de los ridículos, sino que se mostró en todo su esplendor y ya nada volverá a ser lo mismo. Es posible que su bravata diciendo a continuación: ‘me quiero ir’ no caiga en saco roto y si es nominado este jueves, consiga lo que tanto pedía ayer con vehemencia.