‘Todo se derrumbó dentro de mí’, el episodio número nueve de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ habla de lo acaecido durante los años 2012 y 2014. Los momentos a continuación de las fuertes declaraciones y denuncias de Rocío Carrasco que viene desgranando desde el estreno del docudrama significan la evolución de la ya famosa y controvertida paliza que derivó en interminables y desgastantes procesos judiciales.
Para Carlota Corredera, Rocío Carrasco está ayudando a muchas mujeres
Carlota Corredera avanzó sobre el tema explicando que aborda temas desconcertantes en donde una hija quiere meter a su madre en la cárcel, siempre ayudada por su padre.
A Antonio David Flores, Corredera le dedica un dardo: “Rocío Carrasco sabe muy bien la que se le avecina, se le avecina volver a vivir, volver a tener esperanza y sentir el orgullo de estar ayudando a muchas mujeres de este país”.
Los trágicos relatos de la serie en este caso están enmarcados con la canción ‘Ni una más’, la pista del último single de la cantante catalana Aitana Ocaña que vio la luz el pasado viernes 30 de abril. La canción busca visibilizar la inseguridad y su estribillo dice “que ni una más deba permanecer callada”. Una elección muy a propósito para el tono del formato inaugurado por Rocío Carrasco.
El miedo presente a través de los años
Los minutos del monólogo de Rocío Carrasco sobre las agresiones que sufrió y cómo se siente ante la situación pasan volando y cada instante deja frases que condensan un ambiente sórdido: “estaba aterrada”, “estaba malviviendo”.
Y es así que ella misma confiesa que tras la paliza, su internamiento y el momento en que es citada por la Guardia Civil, decide que “la niña a mi casa no puede volver”.
Rocío Carrasco relata el miedo que se generó en ella a través de todos esos acontecimientos y cómo se fue deformando la imagen de su hija, Rocío Flores, la cual para la hija de la Jurado a esas alturas “no tiene un ápice mío en su cuerpo”.
La Mujer, se pone en el lugar de su hija y considera que ella no hubiera podido hacer eso a nadie, y menos a su propia madre. Esto la hace concluir que “a esa niña la he parido yo, pero no tiene nada mío, nada”.
Los malos tratos y la 'mutilación' de Antonio David Flores
Las lágrimas anegan sus frases, pero no las ahogan. Rocío Carrasco tiene muy en claro dónde conduce su discurso y quiere dejar todo en evidencia.
Rocío explica que ella tuvo que contar la verdad de los hechos para no terminar en la cárcel, ya que el delito por malos tratos que le adjudicaron preveía esa pena. Al oír su relato, según Rocío Carrasco, la misma fiscal la que solicita la investigación, de oficio, de la niña por “posibles malos tratos”, pero esta vez de la hija contra la madre. La triste conclusión de la mujer es que "Antonio David ha mutilado a mi hija. Y yo, tristemente, creo que no se arrepiente".