La tonadillera Isabel Pantoja vuelve a estar en punto de mira, no solo de la prensa rosa de España, sino también de la justicia. La cantante que se encuentra enclaustrada en Cantora desde hace varios meses tras la guerra sin tregua que ha protagonizado con su hijo Kiko Rivera por la herencia de Paquirri, ahora al parecer tendrá que enfrentarse nuevamente a la justicia por un presunto delito de estafa.
Paloma García-Pelayo informa del último lío judicial de Isabel Pantoja
La periodista Paloma García-Pelayo, desde el plató de 'El Programa de Ana Rosa' ha sido la encargada de ofrecer los detalles de este proceso judicial que podría estar enfrentando Isabel Pantoja y que amenaza seriamente su libertad, luego de haber salido de prisión, donde estuvo cumpliendo condena por un delito de blanqueo de capitales.
Paloma García-Pelayo explicaba que tras un año conseguir su libertad y salir de la cárcel de Alcalá de Guadaira, la ex concursante de Supervivientes se enfrentaba nuevamente a una imputación por el presunto delito de estafa. En aquella ocasión, la causa era llevada en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Marbella.
La deuda por unas obras de construcción no pagadas ocasionaron esta nueva demanda
La imputación tiene que ver con una deuda contraída por la tonadillera a través de una de sus sociedades, y estaban relacionadas con unas obras de reforma realizadas en un restaurante, en una discoteca, en la finca Cantora y Fuengirola, las cuales no fueron pagadas.
Tras el litigio, la empresa constructora Codabe, S.L.
, con domicilio fiscal en Málaga, la cual había realizado las obras, se hacía con 92.000 euros que Isabel Pantoja tuvo que pagar tras perder la demanda. Según la periodista, la cantante en ese momento no liquidó por lo cual se embargó esa cantidad en la finca Cantora.
En vista de que la empresa demandante tenía una deuda con otra constructora, se decidió resolver con una ‘compra de la deuda’, es decir, el deudor de la tonadillera le vendió la deuda a la segunda empresa constructora, y es esta la que finalmente debe cobrar la deuda contraída a Isabel Pantoja.
Luego, en el 2015, durante el proceso compra y venta de “Mi Gitana”, la casa de Marbella que fue de Isabel Pantoja, se logran saldar las deudas pendientes, pero se le canceló a la primera empresa y no a la segunda, que realmente tenía los derechos de cobro tras la venta de la deuda. Ante esta situación, se interpone una nueva denuncia, esta vez involucrando además a la primera empresa constructora Codabe, S.L.
.
Por si fuera poco, en diciembre de 2018, la cantante se enfrenta nuevamente a un problema con la justicia. En aquella ocasión, Isabel Pantoja fue llamada a declarar, pero no logran dar con su paradero. Sin embargo, 48 horas antes del cumplimiento del plazo para que su falta fuese considerada como un delito penal, la tonadillera aparece ante las autoridades judiciales y declara en el juzgado de Chiclana.
Isabel Pantoja sigue imputada y podría pasar hasta ocho años en prisión
Según ha contado García Pelayo, "el caso sigue abierto” e Isabel Pantoja sigue imputada, pues no estaba presentes en los actos, ni firmó, “ni tomó la decisión”. Además, el día 16 de julio de 2020, le pidió al juzgado archivara el caso porque no se encontraba responsable del delito.
Desde el referido espacio televisivo, la colaboradora ha contado la causa que detonó el grave problema judicial que mantiene en vilo a Isabel Pantoja y por el que podrían darle entre uno a ocho años de prisión, de acuerdo al tipo de estafa si llegase a confirmarse este presunto delito. Y es que según García Pelayo, el cambio de deudor nunca se llegó a registrar y muy probablemente ese es el origen del error.
El abogado de la cantante ha solicitado a la notaría unos oficios para aclarar la situación
La colaboradora ha contado que las diligencias siguen su curso y que el abogado de la cantante ha solicitado los oficios pertinentes ante el juzgado, para que la notaría donde se registró el proceso de compra venta de “Mi Gitana”, haga llegar al juzgado los documentos de la operación.
Asimismo, ha solicitado un oficio para el primer deudor como para el segundo, donde quede explícito que Isabel Pantoja ha pagado y que es el primer deudor quien debe cancelar al segundo, pues ella no era conocedora de la venta de la deuda.