El padre de Irene Rosales ha fallecido después de un empeoramiento de su estado de salud en los últimos meses. El suegro de Kiko Rivera llevaba más de 16 años luchando contra un tumor cerebral. La pérdida de su padre, cuando se han cumplido apenas nueve meses desde el fallecimiento de su madre, supone un duro revés para Irene, que vive, sin duda, el peor año de su vida.
En la mañana de este jueves 26 de noviembre se hacía pública la muerte del progenitor de Irene Rosales, que este fin de semana y debido al complicado estado de salud de su padre, rompía a llorar en el programa de Televisión en el que colabora, 'Viva la vida'.
Con un "no puedo más", Rosales estallaba en un desconsolador llanto, fruto de la tensión vivida en las últimas semanas.
Irene Rosales, huérfana a los 29 años
El pasado mes de febrero, Irene Rosales perdía a su madre como consecuencia de un cáncer. Aún sin superar la muerte de la persona más importante en su vida, a la que reconocía "echar mucho de menos", la mujer de Kiko Rivera tiene que enfrentarse a la muerte de su padre. La colaboradora de 'Viva la vida', con tan solo 29 años, se ha quedado huérfana.
Ahora, dejando toda la polémica que ha rodeado a la familia Pantoja a un lado, Irene Rosales se centrará en pasar el luto por la pérdida de su padre, que ha fallecido después de una larga y dura enfermedad.
Siempre demostrando un gran cariño por su progenitor, Irene le tildaba de "luchador" cuando ha hablado sobre él y su situación ante las cámaras. De hecho, ha hecho todo lo posible por ayudarle y estar a su lado, algo de lo que sin duda, puede sentirse muy orgullosa a pesar del fatídico desenlace.
Aunque son muy pocas las veces en las que Irene Rosales ha hablado su familia, siempre se ha mostrado muy orgullosa de ellos.
Así, durante su estancia en 'GH VIP' fue la única vez en la que Rosales habló sobre la dura enfermedad de su padre. La mujer de Kiko Rivera explicó entonces que su padre "se cayó trabajando" y que "tiene un tumor cerebral".
Han sido 16 años de lucha contra la enfermedad en los que el padre de Irene, según las palabras de la propia hija, "no es consciente al cien por cien de lo que pasa".
Su situación hacía que el padre de Irene Rosales no se pudiera valer por sí mismo.
Un año fatídico para la mujer de Kiko Rivera
La pérdida de su padre se convierte en nuevo revés para la colaboradora de programas de Telecinco y un duro momento después de unos meses muy difíciles en los que ha visto cómo la familia de su marido estallaba en una guerra mediática sin piedad en la que, en más de una ocasión, ella ha salido perjudicada.
Y es que el enfrentamiento entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera, lejos de parecer calmarse, está más vivo que nunca con la herencia de Paquirri siendo desenterrada. La enorme presión que este conflicto está generando en la familia ha pasado también factura a Irene Rosales, que ha visto cómo a la preocupación por el estado de su marido se unía el complicado estado de salud de su padre, que empeoraba durante los últimos meses.
Kiko Rivera, el gran apoyo de Irene Rosales
Si bien es cierto que en estos momentos no debe existir ningún tipo de consuelo para Irene y su dolor, la madre de las hijas de Kiko Rivera necesita apoyo más que nunca. Haciendo cómplices a sus seguidores en Instagram de su pérdida, Irene compartía una imagen de dos estrellas en su perfil en la red social Instagram haciendo alusión a la pérdida de sus dos progenitores.
Para Irene Rosales, que cuenta con el apoyo de sus dos hermanos, es fundamental la ayuda y el soporte emocional que le brinda su marido, Kiko Rivera. En estos difíciles momentos, el hijo de Isabel Pantoja estará más que nunca al lado de su mujer, a la que ha defendido a capa y espada en las últimas semanas ante los presuntos ataques de su madre en la guerra mediática que enfrenta al clan Pantoja.
Igual que Irene ha estado apoyando de manera incondicional al DJ, ahora es Kiko Rivera quien debe volcarse con su mujer, una persona que, según ha declarado hace unos días, "me devolvió la vida". Y es que la intervención de Irene Rosales fue fundamental para que Kiko diera un cambio radical y dejara atrás malos hábitos que estaban perjudicando seriamente la vida del hijo de Isabel Pantoja.