El futuro se avecina incierto para Arantxa Sánchez Vicario. El Banco de Luxemburgo ha solicitado prisión para la extenista española y su exmarido. La condena que el Banco de Luxemburgo ha pedido para Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana es de cuatro años de prisión. ¿El motivo? Alzamiento de bienes. Asimismo, el banco de Luxemburgo ha solicitado el pago de una indemnización de 6.170.942 euros, a los que habrá que sumar los intereses y las costas del proceso correspondientes.

El banco pidió la apertura de juicio oral contra la expareja

Arantxa Sánchez Vicario no va a poder evitar sentarse en el banquillo, ya que la entidad bancaria ha presentado formalmente su escrito de conclusiones en el Juzgado de Instrucción número cuatro de Barcelona.

A este escrito de conclusiones del banco luxemburgués se tendrá que sumar el escrito de la fiscalía y también el de la defensa tanto de Arantxa Sánchez Vicario, como de Josep Santacana.

En el escrito de conclusiones del banco, la entidad ha solicitado de manera formal la apertura de un juicio oral contra ambos miembros de la expareja. Por ello, el momento en el que la campeona de Roland Garros y su ex marido se tengan que sentar en el banquillo de los acusados se acerca de manera inevitable.

Más implicados en la investigación

La investigación llevada a cabo por el Banco de Luxemburgo, de la que se están haciendo eco desde hace tiempo los medios de comunicación y la Televisión, no deja únicamente como implicados a Arantxa y Josep, sino que también involucra a otros cinco testaferros que se utilizaron para sacar a la venta las propiedades de la ex tenista.

Hay que recordar que fue en el año 2009 cuando el Tribunal Supremo español ratificó la sentencia acordada por la Audiencia Nacional que obligaba a Arantxa, por evasión fiscal, a pagar una multa de 3,5 millones de euros. Sumados los intereses, la cantidad final de la multa ascendía a 5,2 millones. Una cifra desorbitada que Hacienda cobró gracias a un aval del Banco de Sabadell.

El banco español con sede social en Alicante recuperó el aval a través de un contraaval, que estaba suscrito con el banco de Luxemburgo, donde Arantxa aparecía como titular de una cuenta del banco luxemburgués.

Así, el banco del país de Europa abonó con fondos atribuidos al banco Sabadell. El motivo fue que en la cuenta bancaria de Arantxa no había dinero desde 2002, algo que se explicó alegando que el padre de la tenista, Emilio Sánchez, había movido el dinero ahorrado por Sánchez Vicario a otra entidad bancaria en Suiza.

Arantxa Sánchez Vicario culpa a su padre de gestionar mal su dinero

Estos sucesos dejaron patente que alguien relacionado con el entorno de la extenista cometió un error que, sin embargo, no exime a de su responsabilidad a la propia Arantxa, que ahora se enfrenta a cuatro años de cárcel.

La profesional del tenis ha sostenido siempre en su defensa que toda la fortuna que amasó a lo largo de su exitosa carrera deportiva desapareció como consecuencia de una pésima gestión por parte de su padre. Así lo explicó en su biografía, publicada en 2012, donde reveló que estaba arruinada por culpa de su padre. A pesar de esta información sostenida por la ahora acusada, a finales del año 2009 se sabe que, ante notario, retiró a su progenitor todos los poderes y solo la propia Arantxa era la persona capaz de ejecutar su patrimonio.

Un patrimonio formado por un total de diecisiete propiedades que, con ayuda de Josep Santacana, su entonces marido, Arantxa Sánchez Vicario vendió entre los años 2010 y 2016 en España, islas Marshall y Uruguay. Todas estas propiedades estaban a nombre de distintas sociedades. Su venta reportó un beneficio económico a la deportista de aproximadamente ocho millones de euros, un dinero que nunca ha aparecido.