Chelo García Cortés está demostrando que por dinero todo vale y evitaremos la consabida frase del perro y el baile, pero que realmente esta Mujer con todo lo que lleva vivido, se preste a una mamarrachada que la humilla y que va a suponer un antes y un después en su relación con aquellas a quienes considera ‘amigas’: Gema López y María Patiño es francamente miserable. A Chelo no solo se la ha humillado, sino que ha tenido que aguantar las burlas de Kiko Hernández y Kiko Matamoros.

La colaboradora demuestra estar dispuesta a todo por dinero

La fotógrafa, hace tiempo que vive en un sin vivir porque su deuda con Hacienda es de tal tamaño, que según sus propias palabras necesitaría otra vida para poder pagarla.

Ella y su pareja han vivido siempre por encima de sus posibilidades, como cigarras al sol y sin pensar en el ocaso que a todo mortal le llega y que en su caso se juntó con la crisis económica que se inició en 2008

Y esa necesidad económica para poder pagar su deuda y además continuar disfrutando del tren de vida a que tanto Chelo como Marta están acostumbradas y siendo la fotógrafa, la única que aporta un sueldo a la convivencia, hace que esté dispuesta a todo sin reparar en los ‘muertos’ que ya va dejando en el camino e incluso sin pudor, para poder mostrarse ante la audiencia en ropa interior y dejarse escayolar los brazos. Su paso por ‘Quiero dinero’ le ha reportado de momento 15.000 euros.

María Patiño dolida y enfadada

El reto de ayer que le suponía 1500 euros de beneficio, era nada más y nada menos que dejar este sábado a María Patiño disfrutando del relax hogareño, mientras Chelo García Cortés presenta ‘Socialité’ en su lugar. La cara de Patiño era demoledora. Atreverse a quitarle el buque insignia que gobierna o más bien desgobierna, sin importarle que la mayoría de las noticias sean refritos de Sálvame y el resto en un porcentaje demasiado alto, simplemente fake news es una afrenta que no puede soportar.

En principio pareció conformarse, seguramente porque pensaba que Jorge Javier iba sin duda a decir que aceptando Chelo el reto ya estaba superado: ‘Pues nada, el sábado me puedo levantar más tarde, irme al gimnasio a hacer yoga y luego a la peluquería’. Pero superada esa etapa y viendo que la cosa iba en firme afirmaba estar ‘jorobada’ porque para ella después de su familia el trabajo es lo más de lo más: ‘no lo veré, me sentiría humillada.

Y ese es el fin de este ‘juego’: la humillación y cuanta más mejor. Mediaset ha calculado que mostrar la degradación física y moral de sus colaboradores iba a ser la piedra filosofal que les permitiese arrebatar los datos de audiencia a Pasapalabra, la piedra o más bien la roca en el zapato de Vasile.

Pero han errado la estrategia, porque la audiencia de ayer jueves bajó durante el juego, del 16,8% de ‘Sálvame Naranja’ a 14,9% en ‘Sálvame Tomate’, frente al magnífico 19% de Pasapalabra, lo que demuestra que, en realidad, no todo vale y un juego que se dedica a humillar y a burlarse de los jugadores crea rechazo.