Sorprende Kiko Rivera, que decía hace unos meses arrepentirse del dinero malgastado (porque ha ganado muchísimo dinero del que no le queda nada) que sigue con los mismos gastos de siempre, que son muchos, ya que vive alquilado en un chalet por el que paga una cifra elevada y que solo contaba con la ayuda del Estado de 700 euros, afirmando además: ‘es una locura, no hay derecho’, como si el Estado tuviese la culpa de su falta de previsión y de sus juergas.

Kiko Rivera rechaza bolos, según dice, para no contagiar a su familia

Ahora el hijo de Isabel Pantoja, vuelve a sorprendernos afirmando en un directo en Instagram con un amigo, que a pesar de tener trabajo este verano, ha decidido no aceptarlo para no poner en peligro a sus hijas ni a su abuela de contraer el COVID-19.

Como si él viviese en Cantora y como si no pudiesen poner las medidas suficientes el DJ y quienes le contratan para evitar el contagio. Afirmaba en ese directo, que no volverá a trabajar hasta 2021: ‘no me compensa el dinero’.

Pero estamos en verano y en el chalet de la familia Rivera hace calor y la finca de mamá Pantoja con su gran piscina y el servicio a mesa puesta, no parecen aliciente suficiente o es que a lo mejor Kiko e Irene piensan tanto en la familia que prefieren la distancia y no el ahorro. Sea como sea, Kiko, Irene y las niñas se han ido unos días de vacaciones a un hotel que cuenta con villas de lujo situadas en primera línea de mar, junto a Doñana.

Vacaciones de lujo y las redes explotan

La magnífica villa con una terraza con vistas al mar y todo tipo de comodidades, supone un desembolso de 4500 euros por una semana de estancia, comida y bebida aparte. Kiko Rivera ha visto como muchos seguidores se indignaban por declarar que no trabaja porque no le viene bien, pero sí se va de vacaciones a un hotel de lujo y no renuncia al subsidio.

Hasta tal punto han llegado las críticas, que este pasado jueves y desde la terraza de la mencionada villa de vacaciones, un Kiko más llenito, anunciaba en un directo que había cerrado su cuenta en Twitter por ‘motivos personales’, porque no se encontraba a gusto, que esta era ahora su nueva cuenta y que, si bien de momento eran pocos, eran buenos.

Claro que no se encontraba a gusto Kiko Rivera, cuando los tuiteros le decían de todo menos bonito. La que no puede borrar es su cuenta en Instagram con más de 80.000 seguidores, porque eso supondría su suicidio mediático, pero lo que si ha hecho es limitar los comentarios, de forma que los pocos que hay en cada foto que sube, son generalmente de apoyo hacia él.

Y mientras, enSálvame no hacen leña, probablemente porque en breve sale al aire ‘Idol Kids’ con mamá Pantoja de jurado y les interesa estar en buenas relaciones con todos sus hijos. Kiko Rivera desde Instagram hace toda una declaración de intenciones, pidiendo paciencia para los que no le soportan, porque él no piensa cambiar.