Este fin de semana los amantes del Cine se despertaron con un triste noticia: la última leyenda del conocido como Hollywood dorado, Olivia de Havilland, ha muerto a los 104 años de edad. Era considerada la gran superviviente de una etapa inolvidable del cine y vivía retirada en su ciudad favorita, París, aún conservando aquella lucidez que la hizo famosa en el mundo entero, cuando era una de las grandes estrellas de la industria y protagonizaba películas como “Lo que el viento se llevó”.

La actriz fue la pareja de moda junto a Errol Flynn durante los años cuarenta en el cine

En el año 1941, junto al actor del momento, Errol Flynn, Olivia de Havilland formaría una de las parejas más emblemáticas de las películas de “capa y espada” que se producían durante los años 40. Desde entonces, la actriz se convirtió en una de las más queridas por los amantes del cine y este fin de semana, fallecía en su domicilio en París mientras dormía. Tras las muertes de Kirk Douglas y de Doris Day, solo quedaba viva la actriz como representante de una época dorada del cine de Hollywood. Ella se había convertido en la superviviente de aquel cine lleno de luces e irreal que fue clave en la historia del cine.

Olivia era la gran superviviente del clásico del cine, "Lo que el viento se llevó"

En las últimas imágenes que hay de la actriz aún se la podía ver con mucha vitalidad y con la gran belleza que le caracterizó de joven. Fueron realizadas en el mes de diciembre del año 2018 por la agencia “Agence Photo” y quedaba claro que Olivia era una auténtica superviviente de “Lo que el viento se llevó” (casualidades, en la película ella era el único personaje que moría).

A pesar de su edad, la actriz no tuvo problemas a la hora de demandar a los productores de la serie de TelevisiónFreud” por usar su imagen de manera indebida. Hay que recordar que el guión giraba alrededor de la supuesta rivalidad entre Joan Crawford (Catherine Zeta-Jones interpretaba a la histórica actriz) y Bette Davis.

La actriz de cine demostró una gran lucidez y belleza, incluso, en los últimos meses de vida

Al final, tras dos años de juicio, el Tribunal de Apelaciones del estado de California le dio la razón a los creativos de la serie de televisión “Feud: Joan vs. Bette”: su libertad creativa estaba por encima de la demanda que había interpuesto la mítica actriz al considerar que había sido retratada en la ficción como si fuera una “vulgar cotilla”. Además, la interpretación de Zeta-Jones no era en ningún caso “difamatoria”.

La actriz de películas como “Lo que el viento se llevó” o “La heredera” decidió presentar esta demanda después de ver la serie y considerando que el retrato que se hacía de ella misma era un auténtico escándalo, ya que se pasaba el tiempo contando chismes sobre Crawford y David, además de insultar a su hermana, Joan Fontaine, con la palabra “bitch”.

Por esa razón decidió demandar a la productora por calumnias y por realizar “mala publicidad” al describirla como una cotilla que se dedicaba a hablar mal sobre su propia familia.

A lo largo de su carrera, la actriz obtuvo dos premios Oscar y era considerada una de las mejores actrices de cine de la época. Pero, Olivia de Havilland también era el centro de muchos rumores por las malas relaciones con su hermana Fontaine. Hace apenas tres años, la actriz decidió hablar por primera vez sobre ello, asegurando que ella nunca empezó ningún tipo de comportamiento hostil y, en todo caso, se defendía de comportamientos desconsiderados hacia su persona.

La mala relación entre las hermanas se remonta, nada más y nada menos, a la gala de los Oscar del año 1942, cuando ambas competían por el galardón a la mejor actriz.

Pero, según explicó Olivia en una entrevista, el recelo entre ambas actrices se había iniciado en la infancia. Eso sí, ambas siempre aseguraron que la otra era una actriz brillante, con un grandísimo talento y que reaccionaban, en ocasiones, de manera prejuiciosa e injusta.