Alexia Rivas ha decidido que se acabó, que no puede más con toda la presión que está sufriendo por parte de sus antiguos jefes. Por esa razón, ha emprendido acciones legales en contra de la productora “La fábrica de la tele”, la que ha sido su casa hasta hace unos días, por dos delitos relacionados con el bullying y con el mobbing. Alexia está de baja por un problema de ansiedad relacionado con toda la presión que está aguantando por culpa del “Merlos Place”.

Desde que la joven apareciera semidesnuda en un vídeo de Alfonso Merlos, su actual pareja, se ha convertido en el personaje de la semana en todos los medios de comunicación y en las redes sociales.

Incluso, se ha convertido en el personaje más mencionado no solo por los medios de comunicación nacional, también, internacionales.

A pesar de estar anunciada una entrevista, Rivas no estuvo en el programa de 'Socialité' del pasado 2 de mayo

Rivas estaba contratada como redactora en “Socialité” y la presentadora del sudodicho espacio, María Patiño, ya había anunciado que el sábado día 2 de mayo hablarían juntas de todo lo que estaba viviendo. Pero, en el espacio no se hizo ninguna mención, ni a la periodista, ni a su ausencia temporal por la baja por razones médicas.

Según ha publicado la revista “Semana”, la joven acudió el pasado día 28 de abril al servicio de Urgencias del centro hospitalario “Montepríncipe” en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, por culpa de un ataque de ansiedad.

Y, posteriormente, Alexia ha enviado un burofax a través de su equipo de abogados a la productora “La fábrica de la tele”, productora en la que estaba contratada y es la responsable de programas como “Sálvame” o “Socialité”.

Además de solicitar que en los programas de Mediaset se deje de hablar de ella, en todos y cada uno de los programas de la cadena, también ha anunciado que va a tomar acciones de tipo legal contra los responsables de este tipo de programas, en el ámbito civil y laboral.

La joven considera que está siendo víctima de una campaña de desprestigio

En el mencionado documento, la joven ha expuesto que ha sido víctima de una campaña de desprestigio con la única intención de poder hacerle daño, desmerecerla y menospreciarla a nivel laboral y a nivel personal.

Además, han vertido una serie de comentarios de forma indiscriminada sobre su persona, injuriosos y vejatorios, con un contenido que es claramente difamatorio y ofensivo, que resultan innecesarios para expresar su opinión o valoración, atacando su honor de manera directa, su integración moral, su imagen y su reputación, tanto personal como profesional.

Alexia asegura que se han difundido una serie de informaciones que no tienen nada que ver con la realidad, que no son objetivas ni han sido contrastadas. A lo largo del burofax se puede leer en varias ocasiones palabras como “mobbing”, “humillación” o bullying.