Jorge Javier Vázquez ha confesado que las discrepancias políticas que se están viviendo en el país, él las ha vivido en su propia piel. Tras entrevistar a la actual Ministra de Igualdad, Irene Montero, el presentador llegó a sentir miedo tras los insultos recibidos por parte de una vecina. Incluso, llegó a sopesar la idea de irse de esa casa ante los posibles riesgos.
Una palabra es la que resume lo que ha vivido el catalán: 'miedo'
Después de realizar una entrevista a la Ministra de Igualdad, Irene Montero, hace unas semanas por el inicio del confinamiento por el coronavirus, el presentador empezó a recibir una gran cantidad de insultos, por parte de una vecina.
Aquel encuentro con la política de “Podemos” en el programa “Sábado Deluxe” no gustó absolutamente a una vecina, que reside en la misma urbanización del presentador, que no dudó en proferir todo tipo de insultos al presentador a través de mensajes.
Jorge llegó a tener miedo ante la posibilidad de una 'revolución' de derechas tras el confinamiento
Aquella entrevista, una más a lo largo de su carrera televisiva, fue suficiente para que una mujer que reside en el mismo vecindario que el presentador catalán, no dudase en proferirle todo tipo de insultos a través de mensajes. Jorge era conocedor, que la mayoría de sus vecinos eran de ideología conservadora, pero jamás pensó que se iban a sobrepasar ciertos límites, como fue el caso.
Esta situación provocó que el presentador sopesara seriamente la idea de abandonar su casa y mudarse a otra dirección. Fue una época en la que vivía con bastante inquietud, ante la posibilidad de que se formase una “revolución” con la salida de la cuarentena.
El presentador tuvo que aguantar todo tipo de insultos en su propia casa
Cuando se inició todo este jaleo, una vecina que el presentador no conocía de nada empezó a enviarle todo tipo de mensajes desagradables. Según Jorge Javier, la señora debía pensar que su teléfono se había convertido en una barra de un bar. Estaba en su casa y lo más suave que recibía era “lameculos”.
De ahí a todo tipo de improperios. El presentador intentó rebajar los ánimos recordando a la señora, que no tenían ninguna confianza y que ella no debía hablarle así, que no se conocían de nada.
Tras este incidente, el presentador ha sido honesto y confiesa que tiene verdadero “miedo”, ante lo que pueda suceder tras el confinamiento. En estos momentos, todos estamos metidos en casa; pero, quizás, tenga lugar una revolución que le obligue a tener que marcharse de su casa, por pensar diferente.
Este tipo de situaciones no se pueden permitir, todos tenemos que ser capaces de respetar lo que cada uno piense, sin ofender, pero vivir sin miedo, en libertad y en concordia, algo que parece que en los últimos tiempos se ha hecho imposible. Incluso, el presentador llegó a tener miedo a represalias. Pero, ha decidido quedarse, ya que vive en el sitio de su vida y le encanta.