El colaborador de “Sálvame” ha explicado su rutina, totalmente autodestructiva según sus propias palabras, desde que ha iniciado el confinamiento para evitar contagiarse del COVID-19. La crisis provocada por el Coronavirus ha provocado que algunos de los colaboradores más habituales del programa “Sálvame” se quedan en su casa en plena cuarentena, como ha sido el caso de Belén Esteban; la colaboradora tiene una peculiar sección de cocina durante la última hora del programa, “Sálvame Tomate”, después de tomar la decisión desde un primer momento de quedarse confinada en su casa.
Kiko ha dejado el deporte y la comida sana
Pero, hay otros que van todos los días al plató de Mediaset con el objetivo de hacer pasar un buen rato a todos los telespectadores que se encuentran confinados en su domicilio. Entre estos últimos, está Kiko Matamoros. El famoso colaborador de “Sálvame” no ha dudado en asistir cada día al plató del programa desde que se inició la cuarentena.
Todo, aunque este confinamiento no está siendo nada fácil para él. Kiko ha vivido unos días complicados después de que su hijo Diego diera positivo en la enfermedad (confirmó que después de varios días con síntomas, el joven se había hecho el test y era su mediática hermana Laura, con todas las medidas de seguridad posibles, las que se acercaba a su casa para llevarle comida y productos de higiene).
Y, aunque la relación no es buena, el colaborador no duda en mostrar preocupación en público por el estado de salud de su ex-nuera Estela Grande.
Una cuarentena en la que el colaborador se está saltando completamente sus rutinas diarias y así lo ha confesado en “Sálvame”, Kiko ha dejado a un lado su forma de vida saludable y sigue unas rutinas completamente insanas, tal y como ha explicado en el programa del pasado día 2 de abril.
Kiko lleva una vida completamente diferente a la de su novia, Marta López, con la que convive
El colaborador, ante las preguntas de Carlota Corredera, ha explicado que en vez de cuidarse, se está excediendo en todo. No hace nada de deporte, come como si fuera un cerdo, se pasa el día comiendo cosas como palomitas, hamburguesas, perritos calientes…
Lejos de muchos ciudadanos que han decidido aprovechar el hecho de estar en casa para hacer más deporte que nunca y ponerse en forma, Kiko ha dejado el deporte y lleva una vida completamente sedentaria por primera vez en su vida.
Todo aunque vive con la influencer Marta López Álamo, que no duda en compartir a través de sus redes sociales sus duras rutinas de deporte para no perder el tono.
Además, Kiko reconoció que pertenece a uno de los grupos de riesgo por edad, ya que tiene 63 años y por sus problemas de salud, lo que hace que su círculo esté muy preocupado por el colaborador.