Anoche toda la audiencia se quedó sorprendida por la reacción de Ana María Aldón ante la idea de que su marido, Ortega Cano, pudiera ir a la isla a visitarla. La diseñadora lo tenía claro: no quería que él la fuera a visitar, lo dejó muy claro.
La diseñadora respondió de una manera tal que acrecentó los rumores de crisis en su matrimonio con Ortega Cano
Jordí González, en medio de una gala extraña y accidentada, le planteaba la posibilidad de que el torero fuera a visitarla a la isla y que pudiera vivir junto a él una escena cargada de pasión (similar a la que habían protagonizado Hugo e Ivana).
Pero, la respuesta por Gloria Camila, que estaba sentada en el plató de Mediaset, intentaba disipar todas las dudas surgidas ante una posible crisis en el matrimonio de su padre y Ana María por la participación de esta última en “Supervivientes 2020”. La joven aseguraba que su padre no era un hombre celoso y estaba muy seguro de su matrimonio y, también de sí mismo que es algo mucho más importante, decía la joven muy segura de sí misma.
Palabras muy contundentes al principio de la gala que se vieron completamente empañadas por el comportamiento de la propia Ana María minutos más tarde: una reacción de lo más extraña a miles de kilómetros.
Ana María es una de las grandes protagonistas de esta edición
A pesar de que su nombre era muy conocido en el mundo del corazón, Ana María Aldón era una gran desconocida para los medios de comunicación y su personalidad era todo un misterio. Pero, cuando tomó la decisión de volar a tierras hondureñas, empezó a mostrar que era algo más que la esposa de un torero y se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la edición por méritos propios, mostrando una gran personalidad y sin pelos en la lengua.
Todo se inició cuando se desmarcó y no actuó a favor de la nietastra de su marido, Rocío Flores, con la que aseguraba tener una relación muy especial. Pero, también su relación con Antonio Pavón se ha convertido en una de las grandes tramas de “Supervivientes 2020”.
Y sus confesiones ante la cámara no tienen desperdicio al asegurar que se notaba completamente encerrada en su vida rutinaria y que con solo 42 años de edad se sentía muy mayor y una abuela, que "Supervivientes 2020" era un chute de energía para ella.
Pero, nadie se esperaba que, en medio de las bromas por las noche de pasión entre Ivana y Hugo, la diseñadora no solo no mostrase ninguna ilusión ante una posible visita de su marido, el torero Ortega Cano, si no que se negaba a que él viajara a Honduras a verla. La excusa que puso es que le iban a picar los mosquitos, lo iba a pasar muy mal, no se iba a poder duchar y prefería que fuera a verla su hija Gema. E insistía, visiblemente nerviosa, que no quería que su marido viajase a Honduras ya que su sitio era estar en casa con el hijo de ambos, que tiene siete años. Esta reacción no pasó desapercibida en el plató y fue muy comentada.