Julieta Serrano, actriz de 88 años ganadora del premio Goya a mejor actriz de reparto por la película "Dolor y gloria" habla abiertamente sobre su vida, en una entrevista realizada por el diario "El país" dando a conocer detalles que nunca había desvelado, narra momentos de su vida con tristeza y melancolía pero sin faltar momentos divertidos y llenos de carisma.

Julieta Serrano niega que haya existido alguna rivalidad con su madre o con otra Mujer, cita textualmente; "Aprendí inconscientemente a ser feminista" y afirma que siempre se ha llevado con las mujeres, a pesar de que en su profesión puede darse la rivalidad entre mujeres ella nunca las ha tenido, desde que trabajo en el taller morató aprendió a relacionarse con las mujeres sin mirarlas como competencia.

La guerra de los 50 en Barcelona convirtió a Julieta en una niña triste y tímida, afirma que el teatro de aficionados la salvó, sin embargo es un tema del cuál no le gusta hablar, su refugio en ese tiempo era el taller Marató, esmaltes y santuarios donde inició a trabajar a los 15 años de edad para aportar dinero a su familia, recuerda siempre con nostalgia sus tiempos de dibujante.

La época más feliz de Julieta Serrano

El teatro siempre la ha hecho feliz, Julieta Serrano dice en su entrevista "cuando comencé con el teatro profesional fui feliz", sus inicios en el teatro fueron de los 40 a 50 años, los recuerda como la época más feliz de su vida consiguiendo cosas que siempre había anhelado. se describe como una actriz intuitiva a pesar de no haberse formado profesionalmente como actriz.

Julieta Serrano ama la libertad que tienen las mujeres hoy en día, en comparación de cómo eran sus tiempos cuando era una mujer joven, se expresa diciendo que las mujeres de ahora son fantásticas, ahora las mujeres tienen más libertad, y recuerda que en sus tiempo las cosas para las mujeres eran; o te casabas, o eras monja, o actriz y ella decidió ser actriz.

Julieta Serrano y la cirugía plástica

Cuando cumplió los 60 años, sus amigas se habían hecho un lifting y ella planteó hacérselo, pero luego cambió de opinión, pues pensó, que no le iban a dar papeles para joven, ni para vieja, al final ella siente que tomó la mejor decisión, fue madurando y envejeciendo ante el público, y nunca le faltó papeles para interpretar.

Julieta Serrano cuenta que se recuerda a sí misma como una niña triste, de adulta tuvo la idea de ser madre, pero ahora piensa que fue una fantasía, pues todo el tiempo se centraba en superar su timidez e inseguridad y el teatro fue su terapia. Recuerda que muchas personas pensaban que era lesbiana, pues era muy reprimida para estar con hombres, pasaba el tiempo con sus amigas y la gente del teatro decía que a ella le gustaban las mujeres.