Parecía que la guerra entre la colaboradora de “Sálvame” Belén Esteban y su ex-representante Toño Sanchís habían llegado a la última batalla. Pero, no es así. La colaboradora está contando los días que tiene que esperar para poder hacerse con la vivienda en la que sigue viviendo el propio representante con su familia, a pesar de que Belén adquirió la vivienda en el año 2019 a través de una subasta tras ganarle todos y cada uno de los juicios que le han enfrentado.
A pesar de que el año 2019 ha sido un año fantástico para Belén Esteban, el año 2020 parece haberse iniciado con ciertas preocupaciones.
La razón es la batalla en los juzgados con Toño Sanchís. El ex-representante de la madrileña tendrá que dejar la vivienda el próximo 5 de marzo y Belén tiene claro que Toño “va a morir, matando”, llegará hasta el último día para hacerse la víctima y lograr la foto.
Belén tiene claro que va a ocupar la vivienda que es de su propiedad
Por el momento, ella no está pagando ni la hipoteca, ni los gastos de comunidad, ni los impuestos... aunque tampoco está haciendo lo mismo el propio Toño. Sobre el futuro de la casa, Belén reconoce que no sabe lo que hará con la misma. La idea inicial es poder venderla. Aunque las decisiones de Toño no le importan, ya que por el momento lo ha ganado absolutamente todo y está esperando a que el juzgado diga el día y la hora.
La colaboradora de Telecinco está deseando llegar a un desenlace al tema del domicilio de Toño. Belén está contando los días que le falta para poder entrar en su casa. En total, le quedarían unos sesenta y pocos días para poder hacerse cargo de la casa que compró en medio de una polémica subasta. Tampoco le importa en que situación se encuentran los miembros de la familia de Toño, ni como familia ni a nivel económico.
A él no le dio pena la familia de Belén.
Toño no está pagando ni un solo gasto de la vivienda
Eso sí, la colaboradora no entiende como los bancos permiten que “este señor” siga viviendo una casa sin pagar absolutamente nada durante un año. Y, quiso recordar que ni el manager, ni su familia, son personas necesitadas, ni su familia pasa hambre como puede pasar en otros casos.
Un tío que no paga los impuestos ni la comunidad, pero sí tiene dinero para pincharse vitaminas, no tiene que darle pena ninguna. Ella también se pincha, pero con su dinero y no con el dinero de nadie. Además, se ha marchado a esquiar. Puede hacer lo que quiera, pero no con el dinero de los demás.
El resto de tertulianos del programa quisieron recordar que Toño Sanchís ha permitido que se llegue hasta este punto, ya que, la guerra judicial entre Belén y él empezaron hace varios años y, por no querer hacer las cosas bien, Toño ha terminado perdiendo su propia casa. Incluso, nunca se quiso sentar con Belén para llevar a cabo una negociación. Y, al final, ha perdido su casa familiar.