Noemí Salazar, la última expulsada de “Gran Hermano VIP 7” ha sido honesta en su última entrevista en “El debate de GH VIP 7” y ha confesado que está teniendo problemas para volver a su vida normal. Más de los que esperaba. Además de tener que hacer frente a la enfermedad de su madre, depresión grave y problemas de ansiedad, y volver a su rutina diaria ha visto que todo ha sido más complicado de lo esperado.
Noemí se ha convertido en la cuarta finalista del programa. La joven ha pasado más de noventa días dentro de la mediática casa y, lejos de lo que pensaba en un primer momento, volver a su vida “normal” le está costando.
Ahora tiene que volver rutinas junto a su familia, un ritmo muy diferente al que seguía dentro de la casa.
La "reina del brilli-brilli" ha cumplido un verdadero sueño al lograr entrar en la casa de "GH VIP"
Noemí reconoce que ha cumplido un verdadero sueño al poder entrar en la casa de “Gran Hermano” y estar más de tres meses en la famosa vivienda ubicada en Guadalix de la Sierra y, finalmente, se quedó fuera de la final por los pelos, algo que nunca habría imaginado cuando entró en la casa.
Durante la entrevista con Jordi González, Noemí reconoció que se sentía muy rara. Y, desde que salió del reality su vuelta a la realidad ha sido más complicada de lo que pensaba. La joven, a pesar de los problemas iniciales, fue capaz de abrirse en canal durante los tres meses que estuvo dentro de la casa de Guadalix, incluso, llegó a dar detalles sobre su vida privad.
Algo que no se imaginó nunca, ya que, es una persona que considera que la vida íntima es de una misma, no se puede hablar de esas cosas. Incluso, llegó a hablar con sus compañeras, que ahora considera amigas, un episodio muy duro que estuvo a punto de costarle la propia vida. Pero, ahora que está fuera de la casa, las cosas son muy diferentes.
La que se considera como “reina del brilli-brilli” ha explicado que le cuesta mucho más de lo que esperaba volver a la rutina. Durante la entrevista en “El Debate”, la ex-concursante ha querido dar muchos detalles de su vida fuera de la casa. Por ejemplo, es incapaz de dormir, lleva dos días metida en casa junto a su hija y no ha sido capaz de responder a los múltiples mensajes que ha recibido en el teléfono móvil.
Secuelas tras estar aislada tres meses
La joven asegura que estar aislada de su círculo durante tres meses le ha dejado varias secuelas; pero, espera que con el tiempo vuelva a la rutina, con tranquilidad. Por ejemplo, cuando su marido se fue a trabajar, la llamó por teléfono y ella empezó a hablar rapidísimo.
Antón le preguntó si estaba bien y ella se dio cuenta que, en realidad, estaba hablando como si estuviera dentro del confesionario y le fueran a cortar la llamada. Otro duro momento fue cuando tuvo que hacer frente al estado de salud de su madre, ya que, no sabía que lo estuviera pasando tan mal. Según ha explicado la propia Noemí, su madre sufre una gran depresión y, por eso, decidió no seguir defendiéndola en el plató.