Los nutricionistas han presentado una nueva dieta como solución a los problemas de salud actuales, una dieta que responde a las necesidades nutricionales sin necesidad de renunciar a la carne. Esta dieta ha recibido el nombre de “Dieta Cerdo- Mediterránea”.

Estamos ante la nueva adaptación de la dieta Mediterránea hacia un enfoque más occidental con un aporte más restringido de carne de cerdo; pero, que mantiene todos y cada uno de los beneficios y logra incorporar otros.

El problema es el consumo excesivo de carne en la dieta occidental

Cuando pensamos en la Dieta Mediterránea, que es el gran tesoro cultural y gastronómico de los países bañados por el Mar Mediterráneo, nos imaginamos, desde un punto de vista de la nutrición, de aceite de oliva (virgen extra, mejor), verduras, legumbres, frutas, semillas, frutos secos, cereales, granos enteros y, por supuesto, el pescado.

Y, la carne parece que no forma parte de esta dieta cuando, en realidad, uno de sus productos estrellas es el jamón ibérico que proviene del cerdo y tiene fama a nivel mundial. Pero, si nos basamos en el patrón de la dieta mediterránea el consumo de carne estaría bastante restringido permitiendo, solamente, el consumo de la conocida como “carne roja” que es la que proviene del vacuno, del cordero o del porcino.

La carne de cerdo sigue considerándose una carne roja (aunque, desde un punto de vista nutricional es “carne blanca”) por una razón meramente estética. Y, nadie se confunde cuando se habla de carne magra (o sea, la de conejo o la de las aves).

Australia es un país con gran tradición ganadera, lo que hace que la carne sea un básico en su dieta

Está demostrado que una dieta mediterránea puede incluir carne de cerdo, algo; pero, el problema es que en España se consume demasiada carne, lo que hace que su presencia en la dieta esté completamente descompensada.

Los españoles comen demasiada carne y, lo peor, en la mayoría de los casos suele estar procesada, dentro de la corriente de la dieta occidental que se sigue en el mundo más industrializado.

Un ejemplo es lo que está sucediendo en Australia, un país con gran tradición ganadera, donde cada habitante consume la cantidad de 100 kilos de carne al año. Esto ha provocado que se hayan extendido problemas de salud como son las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes tipo 2.

Por eso, unido a la concienciación por parte de la sociedad de una alimentación más sostenible, que las autoridades del país se estén esforzando en lograr mejorar la dieta de los ciudadanos.

Por eso, se ha adaptado la Dieta Mediterránea a la cultura de la carne de Australia.

Estamos ante una dieta que incorpora la carne fresca de cerda entre dos y tres veces a la semana, siempre que la ración sea de unos 250 gramos. Así, se mantiene el gusto del paladar del Australia de a pie y se limita el coste para el medioambiente de una dieta con tanta carne. Este tipo de dieta ha recibido el nombre de Cerdo-Mediterránea y se ha demostrado que las personas que la siguen mejoran la velocidad de procesamiento cognitivo y tienen un mejor estado emocional gracias a sentirse de mejor salud.