Adara no sabe ni lo que pensar ni lo que decir, después de todas las emociones que está viviendo dentro de la casa. Así, ha decidido rectificar y pedir a Gianmarco que la espere fuera de la casa de Guadalix de la Sierra, justo lo contrario que le dijo cuando se vieron las caras hace una semana. Según ha confesado la joven en el confesionario deGran Hermano”, ella quería evitar darle esperanzas, ya que, ni siquiera sabe lo qué va a hacer con su vida cuando salga.

Sus palabras no han podido ser más claras y sinceras

La concursante y posible ganadora de “Gran Hermano VIP 7” se ha mostrado muy arrepentida por todo lo que ha sucedido estos días: abrir, de nuevo, la puerta de su corazón a Hugo Sierra con el que tenía muchos problemas fuera de la casa y cerrársela a quién ha sido un gran apoyo dentro de la misma, Gianmarco.

Hay que recordar que hace justo una semana, la joven se daba un beso junto a su pareja y le decía al italiano que lo mejor que podía hacer es seguir lo que su corazón le mandase.

Pero, durante la gala de “Límite 24 horas”, la joven ha reaccionado completamente diferente y ahora ha cambiado de decisión completamente. Admite que ha hecho daño y que lo mejor que pueden hacer es hablar fuera de la casa para llegar a un entendimiento, pues tiene la cabeza hecha un auténtico lio.

Después de reflexionar junto a sus compañeras de programa

Adara se ha dado cuenta que la relación con Hugo estaba mal (a su lado se sentía fea), mientras que Gianmarco la miraba como si ella fuera un auténtico regalo. Pero, también ha admitido que le dolía que Gianmarco solo se acercase a ella para conseguir hacer “una carpeta”.

Además, la situación de cada uno es muy diferente, ya que, él entró soltero y sin cargas fuera. Y, por supuesto, existe el miedo de que él haya jugado con sus sentimientos al estar ella demasiado voluble.

Y, en el confesionario, la joven ha admitido que ha cometido un error: cuando Gianmarco le preguntó si quería que le esperase fuera de la casa, ella debería haber dicho que sí.

Si no lo dijo, fue por evitar jugar con sus sentimientos, pero sí le gustaría que tuviera lugar eso, pero que el joven lo hiciera por sentirlo realmente.

Eso sí, la joven modelo no puede disimular que tiene la cabeza hecha un lio, que no sabe ni siquiera lo que siente y tiene pavor a la idea de equivocarse. La joven admite que tiene tal follón en la cabeza, que tiene la sensación de que le va a explotar en cualquier momento.

Por un lado, quiere que el italiano la espere; por otro, tiene miedo a la reacción de su pareja. Y, la propia Adara tiene miedo a la idea de sufrir, de pasarlo mal, ya que las cosas que pasan dentro de la casa son complicadas de describir, de explicar.