Después de las numerosas críticas recibidas por parte de los movimientos feministas, en España se está viviendo una evolución en los concursos de belleza. Sin duda, Nathalie Ortega, la candidata española a convertirse en la próxima Miss Universo, no se parece a ninguna otra de las candidatas. La joven tiene sangre española (por parte de padre) y noruega (por parte de madre), habla cuatro lenguas y es feminista. Además, es vegetariana y defensora de los animales.
Sin duda, mucho han cambiado los concursos de belleza y los cánones que utilizan a la hora de valorar a una candidata.
No todo es el físico o la apariencia física a la hora de elegir a una Mujer. Son jóvenes que quieren la paz en todo el mundo, pero, también, quieren algo más, están preparadas y tienen sus propias ideas.
La segunda finalista, Athenea Pérez, cuya madre es de Guinea y su objetivo es cambiar el ideal de los concursos de belleza
La segunda finalista también es completamente diferente: Athenea Pérez, cuya madre es guineana. El objetivo de esta joven era cambiar la idea que existe sobre los concursos de belleza.
La joven elegida para representar a España tiene una belleza que recuerda a una diosa nórdica: muy alta, rubia, ojos claros y una sonrisa muy dulce. Aunque, por dentro, se siente muy española.
Llegó a decir que en su casa siempre se había hablado español, aunque fuera con acento noruego.
Su vida cambió cuando decidió irse a vivir a Barcelona después de terminar el Bachillerato e inició su carrera como modelo. Allí, gracias a compartir agencia, conoció a una de las candidatas que se iba a presentar al concurso y su agencia la animó a seguir sus pasos.
Jamás pensó que podría convertirse en la candidata española para ganar Miss Universo
Aunque se considera feminista, se ha presentado al concurso para romper cánones y la idea de que solo se valora a las mujeres por su físico. Cuando termine esta etapa le gustaría estudiar algo relacionado con los niños, con los más pequeños que tienen dificultades para estudiar.
A partir de ahora, Nathalie tendrá que hacer frente a clases de inglés, gimnasio, oratoria... Todo lo necesario para convertirse en una candidata ideal para ser Miss Universo. Además de medir casi 1,80, la joven llamó la atención por sus valores personales y su objetivo es convertirse en una especie de altavoz para la causas que luchen por la justicia, la paz y el amor en todos los rincones de España y de todo el mundo.
De esta manera, la joven recoge el título de manos de Ángela Ponce, la ganadora en el año 2018, que ha pasado a la historia por ser la primera mujer transgénero en conseguir competir en Miss Universo y que no ha podido evitar la emoción recordando todo lo que ha vivido a lo largo de este año.
Miss Universo celebrará su edición 68 y tendrá candidatas de 95 países. El año pasado el título fue para Catriona Gay, la representante de Filipinas.