Miriam Sánchez ha reaparecido en Televisión y ha hablado sobre los ochos años que ha tenido que luchar para acabar con su adicción a la cocaína. Esta reaparición en Telecinco hizo que sonasen las alarmas y su nombre sonara para ser concursante de la nueva edición de “Gran Hermano VIP 7”.
Lucía Lapiedra fue todo un mito en el cine para adultos de nuestro país (llegó a ser la actriz mejor pagada del sector, además de ser un verdadero fenómeno social); pero entró en la cadena de Mediaset y eso quedó atrás.
Se convirtió en una de las tertulianas más reconocidas por el gran público, ganó una edición de “Supervivientes”, logró ser colaboradora de “El programa de Ana Rosa” y mientras era pareja del periodista deportivo Pipi Estrada (con el que tuvo una hija) formó una pareja muy importante en “Mujeres y hombres y viceversa” como asesores del amor.
En su regreso a la cadena donde conoció la gloria, la joven ha querido hablar sobre sus problemas con la bulimia, la cocaína y la depresión, enfermedad que empezó a sufrir en el año 2015, después de ser despedida del canal por culpa del escándalo de Pipi Estrada (facilitaba los teléfonos de las chicas de “Mujeres y hombres y viceversa” a los futbolistas de primer nivel del país, lo que provocó que el programa tomara cartas en el asunto).
La joven ha hablado en su reaparición en televisión sobre la depresión, su adicción a la cocaína y la bulimia
Telecinco ha querido contar con Miriam para que mostrase su nueva imagen y para que hablase del infierno que ha vivido a lo largo de estos años: la joven se ha mostrado con una imagen mejorada respecto a la que vimos este verano, tras haberse sometido a una operación de liposucción ya que había engordado 16 quilos, con la cara hinchada y con muchos tatuajes. Además, se ha quitado las prótesis mamarias que llevaba desde su etapa de actriz de cine para adultos y se ha mostrado nerviosa. La entrevista realizada por María Patiño y los colaboradores del programa fue intensa y dura.
La joven reconoce que la etapa más "limpia" de su vida fue cuando se quedó embarazada de su hija
Sus problemas se iniciaron cuando empezó a mezclar bolos y quería meterse en la televisión después de haber sido despedida de “Mujeres y hombres y viceversa”. En el año 2015 empezó su adicción a los antidepresivos. Sobrevivió a aquella etapa de milagro, ya que podría haber muerto si no hubiera sido por su genética de una sobredosis. Por otro lado, su obsesión por no engordar (confiesa que solo pesaba cincuenta kilos cuando trabajaba en televisión) le provocó graves problemas de autoestima.
Otro punto que trató fue su adicción a la cocaína, droga a la que estuvo enganchada durante ocho años. Además, su relación con Cristo Vivancos, con el que estuvo varios años, no le ayudó, ya que, el bailarín quería que ella estuviera delgada y eso acabó provocando un problema de bulimia en la joven.
Incluso dijo que Vivancos la obligaba a tener que hacer ayunos de tres días para no subir de peso.
La joven confesó que decidió dejar la cocaína poco antes de tener a su hija con Pipi Estrada y esa fue la etapa de su vida que más limpia estuvo de sustancias.