En un programa especial en el que el chef se dedicó a denunciar la mala calidad de la comida que le sirven los restaurantes españoles a los turistas, el chef se encontró con una desagradable sorpresa. Un restaurante situado en plena Plaza Mayor se negó a servirle comida para evitar que el chef le criticase.
La nueva entrega del programa “¿Te lo vas a comer?” se centró en las experiencias, en primera persona, del chef Alberto Chicote, cuando se pone en el lugar de un turista y va a aquellos restaurantes más céntricos y donde los turistas suelen ir para probar la afamada comida española.
En el primer restaurante, no le quisieron servir paella
El cocinero iba acompañado del chef Javier Estévez, dueño del restaurante “La Tasquería” que quedó en quinto lugar de la primera edición del concurso “Top Chef". Dieron un paseo por la turística Plaza Mayor, en pleno centro de Madrid, para poder probar la típica comida que comen los turistas en las terrazas ubicadas en la misma.
Los dos cocineros miraron las diferentes cartas de los restaurantes de la plaza, y, al final, se animaron a sentarse en una terraza después de preguntar a un camarero si la paella que servían era realmente casera. El camarero respondió de manera afirmativa, el chef le preguntó cuál era la que tenía más éxito entre los turistas.
El camarero no lo dudó: la mixta, que tenía carne, pollo y marisco.
Después de estar un rato esperando, otro camarero se les acercó y les dijo que solo les podrían servir platos que sean fríos, pero nunca calientes ya que la cocina se había estropeado. Pero, Alberto Chicote no tardó en darse cuenta de que le habían mentido, ya que, en otras mesas si se servían platos calientes.
Incluso, llegó a decir que en una mesa habían servido una paella.
Entonces, el cocinero le dijo al camarero que fuera honesto. El restaurante no tenía intención de servirle. Era la primera vez que el presentador de “¿Te lo vas a comer?” se encontraba con una situación así. El camarero reconoció que su jefe le había dicho que no le sirvieran paella a Chicote.
Los dos chefs se levantaron del lugar y se cambiaron de terraza
Pero, en el segundo restaurante la situación fue de indignación. Volvieron a solicitar que le sirvieran paella, de marisco en este caso. Pero la paella que le sirvieron no tenía nada que ver con la de la fotografía; no tenía cigalas. Chicote le insistió que en la carta aparecía con cigalas, calamares y gambas.
Al final, al probar la paella, el cocinero lo dejó claro; el arroz era de plástico, el amarillo era demasiado intenso y no llevaba azafrán. Le daba pena que un turista que venga de la otra punta del mundo, que gaste su dinero con toda la ilusión de probar la gastronomía española, se encuentre con esto y piense que eso es una paella.