Taylor Swift ha mostrado su enfado públicamente, al perder los derechos sobre su propia Música. Todo ha tenido lugar después de que un famoso representante, con el que la cantante había tenido problemas, haya podido adquirir los derechos sobre las canciones de la artista. Taylor no tuvo ninguna opción para poder comprarlos.
La artista ha enviado un comunicado criticando lo que ha sucedido
La cantante ha explicado que ella escribió esas canciones en un papel, en el suelo de su propio dormitorio, y pagó los vídeos musicales para promocionar las mismas con el dinero que iba ganando después de actuar en bares, clubes y estadios.
Esta es la realidad de muchos artistas por culpa de la farragosa ley de los derechos audiovisuales.
La estrella de la múscia se ha quejado a través de un comunicado de prensa de que la discográfica que tenía derechos sobre los primeros discos de la artista (lo que significa la mayor parte de las ganancias y son los únicos que deciden sobre el uso de los mismos) se los ha vendido a un tercero sin darle ninguna.
Por otro lado, el comprador ha sido Scooter Braun, un conocido representante que se encarga de las carreras de Justin Bieber o de Ariana Grande y que ha terminado bastante mal con la cantante, con la que ha tenido numerosos problemas, como la propia Taylor Swift ha confesado.
La actriz se queja de que ella estuvo durante años pidiendo y rogando que le dieran alguna opción para poder adquirir su propio trabajo.
Y dice que se enteró de que Scooter Braun se había hecho con los derechos de las mejores canciones de su carrera ya que no le ofrecieron, en ningún momento, poder comprar los derechos de ese catálogo musical.
La cantante ha acusado de esta maniobra dentro de los viejos problemas que tiene el representante y la cantante, lo que hace que la cantante piense que está siendo víctima de un bullying que ya no puede seguir aceptando, fruto de la manipulación de la que fue víctima durante años en el pasado.
La cantante ha acusado al representante de estar detrás de la canción de Kayne West en la que el rapero la insultaba.
Scooter Braun compró el catálogo por 300 millones de dolares
Y, ahora, el representante se ha quedado con parte de su vida, cuando nadie le dio posibilidades de adquirir dichas canciones. Por tanto, su legado musical ha quedado en manos de una de las personas que más daño le ha hecho, una persona que ha intentado terminar con su carrera.
El representante habría comprado el catálogo por 300 millones de doláres, una cifra muy ventajosa si lo ha hecho por venganza, como le acusa la cantante, para poder hacer lo que quiera con sus primeras canciones.