Malas noticias para la amiga “entrañable” del rey Juan Carlos. Corinna ya no podrá seguir utilizando el título de princesa, ya que, su exmarido se ha vuelto a casar con la maniquí Alana Bunte. El exmarido de Corinna Larsen, el príncipe Casimir Z. Sayn-Wittgenstein-Sayn, ha contraído matrimonio este mismo domingo en el magnífico Castillo de Sayn, que es una de las muchas propiedades de su noble familia desde hace más de cuatro siglos.

La familia no quiere saber nada de Corinna

Esta boda no va a gustar demasiado a la que fue una gran amiga de Juan Carlos ya que, aunque siempre se ha negado a renunciar al título de princesa, a pesar de que su familia política siempre haya renegada de su vínculo familiar, ahora no tendrá opción, ya que, la actual princesa Z.

Sayn-Wittgenstein-Sayn es la susodicha Alana Bunte.

Hay que recordar que en Alemania, la familia Sayn-Wittgenstein-Sayn es considerada su Familia Real, a pesar de que el país germano es una república. Gracias a las numerosas fotos realizadas por los ciudadanos, se ha descubierto cómo era el vestido de la novia, uno de los grandes secretos de la celebración.

La modelo, que es de origen colombiano, decidió apostar por un vestido muy minimalista de corte clásico con cola, tafetán de seda, cuello de forma redonda y, a pesar de las temperaturas, manga larga. Y, como sucede en estos casos, no podía faltar ni el velo ni la tiara.

Aunque la familia de los Sayn-Wittgenstein-Sayn ya se había olvidado completamente de Corinna, esta vuelve a la prensa, ya que, deja de ser princesa y solo es la madre del hijo mayor de Casimir.

Además, este enlace tiene lugar el mismo día que el propio rey emérito don Juan Carlos abandona la vida institucional, y que convertirá a Corinna solo en un mal recuerdo para los miembros de la Familia Real.

Su nombre saltó a los medios en el año 2006

Corinna saltó a los medios de comunicación internacionales en el año 2006 por su relación con el rey Juan Carlos I de España, al que acompañaba a safaris, incluido el que tuvo lugar en Botswana en el año 2012 donde el monarca se fracturó la cadera.

También le acompañaba a regatas y a reuniones empresarias (fue considerada su intermediaria en reuniones con altos dirigente en Rusia y Arabia Saudi).

Gracias al título de princesa que acaba de perder, fue capaz de hacerse un nombre en la alta sociedad europea y su vida se caracterizaba por una intensa vida social que le permitió tener contactos muy interesantes para poder llevar a cabo negocios.

Su nombre también apareció en la investigación del “caso Noós”, donde Diego Torres y otros miembros de su defensa intentaron acusar a Corinna publicando una serie de correos electrónicos de entre los años 2004 y 2007. En el año 2013, logró un puesto como asesora del propio Alberto II y como asesora de imagen de la esposa del monarca, Charlène.