Juego de Tronos está llegando a su fin y sus seguidores tienen sentimientos encontrados. Para algunos su última temporada está siendo frenética y espectacular, mientras que para otros está siendo bastante decepcionante, sobre todo por errores que afectan directamente a la estructura y la trama de lo que la serie ha estado contando durante años.
Desde que los guionistas no cuentan con libros en los que basarse, han perdido el rumbo en algunos momentos (la trama de Dorne es un buen ejemplo) y en esta última entrega lo llevan hasta sus últimas consecuencias.
George R. R. Martin se caracteriza por ser una especie de escritor jardinero, que va sembrando semillas (a modo de pistas) a lo largo de su obra y las va regando poco a poco para que acaben germinando tal y como estaban destinadas a hacerlo; Weiss y Benioff han plantado las suyas, pero en vez cuidarlas para que den sus frutos, las han arrancado de raíz, eliminando la coherencia por completo, solo por sorprender al espectador.
La prematura e incoherente muerte de El Rey de la Noche
El Rey de la Noche y los Caminantes Blancos, la mayor amenaza de los Siete Reinos, han resultado ser mucho menos poderosos y peligrosos de lo que se creía. A pesar de que la serie siempre se ha caracterizado por los juegos políticos, las traiciones y los tejemanejes de los hombres por el poder, ya en la primera temporada, Juego de Tronos iniciaba con ellos y los presentaba como el verdadero enemigo, el único realmente importante.
Poco importaba quién se sentase en el trono, mientras esas criaturas siguieran acechando. Sin embargo, la que prometía ser la trama central durante esta temporada, ha acabado prematuramente en el tercer episodio.
Y si bien, la corta Larga Noche ha decepcionado a muchos, su brevedad no es la única razón por la que esta trama ha dejado insatisfechos a los fans.
La incoherencia ha sido, sin lugar a dudas, lo que más ampollas ha levantado. ¿Dónde está el Príncipe que fue prometido? ¿Por qué el Señor de la Luz resucitó Jon Nieve? ¿Melisandre también se equivocó con él? Estas son algunas de las preguntas que dejó la escena de la muerte del Rey de la Noche a manos de Arya Stark, un personaje muy querido, pero que no encaja para nada con la profecía del Príncipe que fue prometido.
La ineficacia de Bran Stark
El Cuervo de Tres Ojos es, posiblemente, el ser más poderoso de Poniente o eso han hecho creer. Las penurias que tuvo que pasar Bran Stark para adquirir ese título prometían ser mucho más rentables para todos, sobre todo en la lucha por el amanecer, pero, finalmente, solo han servido para revelar el auténtico origen de Jon Nieve.
Bran conoce el pasado, el presente y el futuro, puede poseer animales e incluso personas (Hodor) para que luchen a su favor, pero nada de esto le pareció útil durante la batalla de Invernalia. Podría haber controlado a Viserion, a un gigante o haber intentado cualquier otra cosa, sin embargo solo se limitó a poner sus ojos en blanco para viajar a dios sabe dónde y esperar a que el Rey de la Noche fuera a su encuentro.
Lo más paradójico es que la daga de acero valyrio con la que intentaron asesinarle en la primera temporada fue determinante para acabar con el villano y con ello se cerró el círculo, pero ¿dónde está Portadora de Luz? ¿Dónde está la espada llameante mítica de Azor Ahai?
La mala estrategia y la amnesia de Daenerys
Daenerys se está cubriendo de gloria esta temporada, no solo por sus malas decisiones, que son muchas, sino también por su temperamento y unas ansias de poder y de venganza que le impiden pensar con claridad. Cierto es que ha perdido mucho por el camino y eso puede nublarle el juicio a cualquiera, pero está demostrando ser peor estratega y más tirana que la propia Cersei.
En primer lugar, nadie entiende por qué la caballería dothraki cargó de esa manera en la Larga Noche.
Fue un desperdicio de tropas y un suicidio que sirvió para engrosar aún más las filas de los Caminantes Blancos. Su segundo descuido fue el de sobrevolar las proximidades de Desembarco del Rey a lomos de Drogon junto a Rhaegal con las posteriores consecuencias: este último es abatido por los escorpiones de la flota de Hierro; un arma que la Rompedora de Cadenas ya había visto antes, pero que parece que no recordaba.
Por último, su peor error de todos fue el que tuvo lugar en el quinto capítulo. A pesar de los consejos de sus asesores y la rendición de la capital, Daenerys decide quemar la ciudad con todos sus habitantes dentro, algo que sin duda rompe con la concepción de liberadora de esclavos que muchos tenían de ella.
Un acto que deja a su personaje sin posibilidad de redención y que la ha convertido en la clase de tirana de la que juró proteger al pueblo.
La involución de Jaime Lannister
Todo el mundo odiaba a Jaime Lannister en la primera temporada. Era arrogante y no le importaba nada más que no fuera su familia, sobre todo Cersei, como quedó demostrado cuando tiró a Bran de la torre y le dejó tullido de por vida. Pero todo esto cambió durante su viaje con Brienne y la posterior pérdida de su mano. Su arco de redención había empezado y mostraron que no se trataba de un hombre sin honor como pensaban muchos, especialmente en la famosa escena de las termas, donde reveló los verdaderos motivos por los que mató al Rey Loco.
Sus idas y venidas a los brazos de Cersei plantearon dudas sobre sus verdaderas intenciones, pero la evolución del personaje apuntaba a un distanciamiento irreversible con su hermana. Si bien es cierto que ha evolucionado bastante por el camino, al final contra todo pronóstico ha vuelto al punto de partida para morir junto a su melliza. Y es por ello que su desenlace no ha dejado a nadie indiferente.
En los libros, Maggy la Rana predijo que la leona moriría a manos del Valonqar (hermano menor en alto valyrio) y esta profecía la atormenta constantemente. Toda su vida ha pensado que Tyrion sería el responsable de su futura muerte y de ahí proviene el odio que siente por él, pero jamás se ha planteado que sea su otro hermano Jaime el que acabe con su vida y habría tenido bastante sentido.
Desgraciadamente, en la serie esta profecía no está presente, pero a muchos nos habría gustado que fuera el Matarreyes el que finalmente matara a su hermana como broche final perfecto para el arco de su personaje.
Las preguntas que quedarán sin respuesta
La celeridad de los sucesos de la última temporada ha impedido solucionar muchos misterios que se llevan planteando desde hace varias temporadas y otros se han cerrado de forma poco satisfactoria. Aún queda un capítulo, pero muchas de estas preguntas se quedarán sin respuesta. Más que nada porque ya no tienen razón de ser y son tramas que ya han concluido, por lo que ya no interesa atar los cabos sueltos.
Como se suele decir, muerto el perro, se acabó la rabia. ¿Se podrá saber algún día quién era realmente el Rey de la Noche?¿Y quién era realmente de la bruja roja Melisandre?¿Cuál es la razón que motivó la resurrección de Jon Nieve?