Kit Harington, el actor que saltó a la fama por su participación en el elenco de Juego de Tronos, ingresó en un centro de rehabilitación por problemas de alcohol y estrés. El actor comentó que le resultaba difícil soportar la presión de interpretar a un personaje como Jon Snow. Las grandes expectativas y la espera de dos años para el estreno de la octava temporada agudizaron los problemas de presión.

Según el medio Page Six, Kit Harington ingresó en una clínica de lujo de Connecticut unas semanas antes de que se emitiera el último capítulo de la temporada final de Juego de Tronos.

El actor está en tratamiento por estrés y alcohol y está siendo apoyado por su entorno más cercano. De hecho, en marzo, comenzó una terapia psicológica para hablar de cómo de inseguro y vulnerable se sentía, según aseguró el propio Kit en una entrevista en la revista Variety.

Terapia y posterior ingreso de Kit Harington

En su entrevista en la revista Variety, Kit Harington mostró cómo se llegó a sentir cuando su personaje comenzó a ser más importante en la serie: “Sentí que tenía que ser la persona más afortunada del mundo, cuando en realidad me sentía muy vulnerable". El representante de Kit dejó claro en el Hollywood Reporter que el actor necesita descansar y tratarse de sus problemas de estrés y alcohol: "Kit ha decidido tomar un parón en su agenda como una oportunidad para pasar un tiempo en un centro de tratamiento y trabajar en unos asuntos personales".

Juego de Tronos también ha afectado a otros actores

Los problemas que propicia el éxito de esta serie han sido muy duros y, pese a su final decepcionante para algunos fans, la serie perseguirá a los actores durante toda su carrera. Sin ir más lejos, una de las parejas más recientes de Kit Harington en la serie, Emilia Clarke, explicó el pasado marzo en la revista New Yorker que sufrió dos aneurismas cerebrales mientras encarnaba a su personaje, Daenerys Targaryen.

Por otro lado, tanto Maisie Williams como Sophie Turner, Arya Stark y Sansa Stark en la ficción, explicaron que tuvieron problemas de salud mental debido a la presión en redes sociales. De hecho, Maisie explicó que intentaba huir de los comentarios negativos que vertían sobre ella los seguidores de la exitosa serie de la productora estadounidense HBO.

Además, Isaac Hempstead-Wright, Bran Stark, recibió malos tratos por parte de sus compañeros cuando asistía a la universidad. Por último, Jack Gleeson, Joffrey Baratheon, dejó la interpretación durante un tiempo y, poco después, se dedicó al teatro para alejarse del negativo foco mediático que había creado su personaje en la serie. La presión fue constante para un actor que fue tan odiado debido a que realizó a la perfección las funciones de su personaje.