Loli Álvarez, más conocida por los espectadores por su enemistad con Yurena o por su participación en Crónicas Marcianas, ha decidido vivir la aventura del reality Supervivientes, aunque no lo hará por dinero dado que su marido ha recibido una herencia de alrededor de 3 millones de euros.
De estar arruinada a recibir una herencia muy jugosa de un familiar de su marido Roni Santos
Loli Álvarez acudía el pasado mes de febrero de este mismo año a Sábado Deluxe para contar todo lo que le había sucedido en su vida y principalmente en el año 2017, donde estuvo a punto de perderlo todo.
La protagonista explicaba que estuvo a punto de perder su chalet valorado en 270.000 euros y con una deuda que rozaba los 70.000. Su visita al Deluxe era precisamente para contar que todo había cambiado afortunadamente para bien en su vida a nivel económico dado que había pasado a ser millonaria. El marido de Loli, Roni Santos, habría ganado por fin una batalla legal que había durado 43 años.
Según explicaba Loli en Sábado Deluxe, la madre de Roni tuvo una relación con un hombre gallego y millonario del que se quedó embarazada. En aquel tiempo y estando la dictadura franquista, no pudo ser reconocido como hijo de este señor, pero tras años de lucha, madre e hijo lograban ganar lo que por derecho les pertenecía.
La lucha legal la comenzaba la madre de Roni allá por el año 1979, 43 años de espera que por fin dieron sus frutos.
Loli Álvarez se siente feliz por ser elegida para vivir la aventura del reality Supervivientes
Ha sido la undécima concursante confirmada para vivir la experiencia en el reality. La concursante se define como un alma inquieta, dado que económicamente no necesita dinero como ocurre con otros concursantes de esta edición.
Cabe recordar que a la protagonista la hemos podido ver en multitud de ocasiones en Televisión donde la consideraban como un personaje "friky", ha protagonizado peleas en directo con Yurena, a quien llegó a reclamar los derechos de la canción 'No cambié' acusando a Yurena de haberle plagiado dicho éxito allá por los años 90.
Hoy, Loli Álvarez podría ser una mujer feliz junto a su marido Roni, con mucha más madurez y sin ese carácter fuerte e impulsivo que solía mostrar en televisión. Su vida ha dado un giro de 180 grados y desde la calma, desea vivir su experiencia en la isla y poder llegar hasta la final para no perderse nada del concurso. Imaginamos que con toda seguridad será su marido quien acuda a los programas de Telecinco para defenderla. La pareja siempre se ha mantenido muy unida a pesar de haber tenido que vivir situaciones muy desagradables en todos los años que lleva junta y, sin duda, esta separación podría ser dura para ambos.