La relación entre la infanta Elena y Doña Letizia no estaría pasando por su mejor momento pese a que nunca han tenido una entrañable relación familiar.

Si hace apenas unas semanas, la tensión familiar aumentó cuando la infanta Elena reprochó al rey Felipe VI que no tenía apenas protagonismo en la agenda real, ahora se conoce que la intervención de la reina consorte no fue a favor de su cuñada Elena.

La infanta le habría recordado a Doña Letizia en una bronca sus orígenes

Así se han hecho eco numerosos medios de comunicación como Informalia, donde se pone de manifiesto que la reacción que tuvo la infanta Elena fue desmesurada y se empeñó en sacar a relucir que la reina Letizia no tiene sangre real, recordándole su procedencia y su clase social.

Fuentes de Periodista Digital afirman que la madre de Juan Froilán fue especialmente dura con su cuñada, la reina Letizia, a quien le recriminó su carácter prepotente argumentando que ella no tenía sangre real y recordándole la prepotencia que gasta pese a venir de donde viene.

'Eras humilde, eras pobre y plebeya y parece que se te olvida'

La infanta Elena le recriminó proceder de un lugar humilde, y subrayaba: "Eras humilde, eras pobre y plebeya, que parece que se te olvida". Unas palabras que al parecer, no sentaron nada bien a la reina consorte y sería ella quien estaría detrás de esta filtración con la finalidad de vengarse de las duras palabras que le dedicó su cuñada recordándole su status social y su procedencia para dejar en evidencia la altanería que la infanta Elena tiene hacia su persona.

El medio Periodista Digital cita fuentes de Zarzuela para exponer que dicha información procede del entorno de la reina consorte.

Parece ser que desde el entorno de la reina Letizia se han divulgado informaciones sobre el carácter de la infanta Elena y concretamente sobre este episodio, que podría dejar en evidencia no sólo el mal humor de la hermana de Felipe VI, sino también su inestabilidad.

Fuentes de Periodista Digital concretan que el personal de Zarzuela intenta evitar en la medida de lo posible cualquier contacto con la infanta Elena, llegando al punto de intentar no toparse con la exmujer de Álvaro de Marichalar.