La pequeña ciudad de Windsor, al oeste de Londres, se vistió de gala para recibir a cientos de personalidades que se dieron cita para presenciar la unión de la princesa Eugenie, nieta de la reina Isabel II, y Jack Brooksbank. En lo que fue un desfile de celebridades, hubo un vestido que causó tanta sensación como el de la novia: el vestido de Meghan Markle.

No había pasado una hora de la llegada de la Duquesa de Sussex a la St. George´s Chapell en el castillo de Windsor, y su atuendo ya estaba causando sensación en las redes sociales. Esta vez, Meghan eligió un vestido azul marino de la marca Givenchy, el cual combinó con un abrigo de la misma marca y un sombrero de Noel Stewart del mismo color.

Esta elección no ha caído por sorpresa, ya que a principios de año Meghan le encargó la realización de su propio vestido de boda a la diseñadora británica Clare Waight Keller, quien es directora artística de la famosa casa de moda francesa.

Kate Middleton deslumbró en un Alexander McQueen

Meghan no fue la única royal que dio de qué hablar en esta boda real, pues como ya es costumbre, Kate Middleton y su conocido buen gusto no pasaron desapercibidos.

La duquesa de Cambridge deslumbró, dejando boquiabiertos a muchos, con un vestido fucsia intenso de la marca Alexander McQueen, muy similar al rosado que vistió en la Trooping the Colour 2017.

Kate es una conocida fan de la casa de moda británica, Alexander McQueen; es una marca que vistió incluso el día su boda. Diseñado por la inglesa Sarah Burton, su vestido nupcial fue catalogado por los expertos como una de las mejores creaciones de la historia, y fue comparado con los que vistieron en sus épocas la reina Isabel y la princesa Diana.

Una lluvia de estrellas en Windsor en la segunda boda real del año

Tal como se había previsto, en esta boda estuvieron presentes muchas personalidades del mundo del espectáculo y de la aristocracia mundial.

Entre los más de 800 invitados estuvieron los cantantes Ricky Martin y Robbie Williams, las modelos Naomi Campbell y Demi Moore, los príncipes Guillermo y Harry, primos de la novia, así como también la monarca británica Isabel II, de 92 años, y su esposo Felipe, de 92.

El italiano Andrea Bocelli fue el encargado de animar la ceremonia con su famosa voz. El cantante conmovió a la audiencia cantando en vivo el Ave María a los novios de Sebastián Bach, un momento que se convirtió en uno de los más memorables de la boda.

Esta boda real ha sido la segunda celebrada este año, luego de que Meghan Markle y el príncipe Harry se convirtieron en el duque y la duquesa de Sussex el pasado 19 de mayo, en un día que conmocionó tanto al Reino Unido, como a la prensa rosa mundial.