La presencia del rey Felipe VI sigue levantando ampollas allá por donde va. Si en el día de ayer el monarca acudía a la recepción celebrada en Palma, concretamente en el Palacio de la Almudaina, donde acudió acompañado de la reina Letizia y Doña Sofía siendo abucheado por un grupo de manifestantes que se agolpaban a las puertas, ésta no ha sido la única polémica generada en torno a su visita.
Increpan a una periodista de la televisión autonómica de Baleares
La periodista en prácticas Marga Caldentey tuvo problemas para retomar la conexión con Telenotícies Vespre mientras cubría la recepción de la Familia Real para la cadena autonómica de las islas Baleares.
Fue una compañera de la propia periodista quien se pronunciaba al respecto admitiendo que estaba "a punto de llorar, tenía que volver a hablar pero no ha podido". Y es que la periodista llegó a ese punto después de que un grupo de manifestantes monárquicos boicotearan la conexión en directo de un equipo de IB3,la televisión autonómica de Baleares, que pretendía hacer su trabajo que era grabar la tradicional recepción de la Familia Real desde el Palacio de la Almudaina.
El Grupo de monárquicos pegaba voces durante la conexión en directo
El telenotícies Vespre tuvo problemas para conectar con la periodista Caldentey desde las puertas del Palacio Real, si bien la conexión no pudo realizarse con normalidad por los gritos de los allí presentes del grupo de monárquicos, la propia Caldentey se disculpó durante su intervención: "Disculpad, hay mucho ruido, dijo mientras se escuchaba al grupo de monárquicos gritar ¡viva España!,¡viva el rey!".
Todo esto dio lugar a que Margalida Solivellas, corresponsal de TV3 en Baleares, mediante un vídeo se ve como denunciaba los hechos a través de la red social twitter, en ese vídeo se ve como el grupo de manifestantes amonestan al cámara y a la periodista,que acaba moviendo su posición.
Candela Forcades, realizadora de prácticas de IB3 afirmó que la periodista estaba llorando
Candela Forcades, realizadora de IB3, puso de manifiesto que la periodista en prácticas estaba agobiada y asustada y que no pudo retomar la conexión como estaba previsto en ese momento. Explicaba Forcades que tenían una cámara y una periodista para cubrir el directo y en cuanto se dio paso al informativo, el grupo de manifestantes monárquicos gritaban de un modo en el que la periodista se desconcentró, no pudo retomar la conexión llorando, sin articular palabra.