Los niños y su entrenador acudieron a una conferencia de prensa para comentar las incidencias vividas dentro de la cueva. La desaparición de estos jóvenes mantuvo en vilo al mundo entero. Los chicos llegaron a la conferencia usando las camisetas de su equipo de futbol, los Jabalíes Salvajes. Los niños alegraron el lugar, demostrando algunas técnicas de juego, para luego sentarse junto a aquellos que formaron parte del equipo de rescate.

Palabras del entrenador

Ekapol Chatawong era el nombre del entrenador de estos afortunados jóvenes. El hombre se encargó de explicar que los integrantes del equipo conocían la gruta.

Ellos ya habían estado en el lugar en varias oportunidades, así que no había nada que temer. El entrenador reconoció que no pensaron que el nivel del agua podía subir, por lo que podían quedar atrapados allí.

El grupo pensaba estar en la cueva solo durante una hora, pero al ver el aumento del agua no les quedó más remedio que esperar. Ellos pensaron que para el día siguiente habría bajado el nivel y por ende saldrían con total normalidad. El entrenador admitió que no sintieron temor alguno, todo era cuestión de tiempo.

Después de pasar 5 días en espera tanto los niños cono su entrenador hicieron un consenso para saber hacia que parte de la cueva dirigirse. Ellos encontraron un lugar donde goteaba agua de las paredes de la cueva, así que permanecieron ahí.

Punto de apoyo

El entrenador se aseguró de que todos los chicos estuviesen hidratados, utilizando el agua que goteaba de las paredes. El hombre les daba ánimo constantemente, ya que no sabía por cuánto tiempo estarían encerrados. El menor de los chicos llegó a comentar que se sintió por momentos algo débil, por lo que trataba de no pensar en comida.

El grupo permaneció 10 días encerrados en la cueva hasta que escucharon voces. Adul Sam contó que bajó con la linterna y se encontró con los dos buzos británicos. El chico admitió que todo había sido como un milagro, además dijo que le había costado mucho responder las preguntas del buzo.

Toma de decisiones y recomendaciones

Los niños no querían ser los primeros en salir, por lo que la decisión quedó en manos del entrenador y los buzos. Ellos determinaron que lo mejor era sacar primero al chico que vivía más lejos de la cueva. Dos buzos acompañaban a cada niño, además de las máscaras de buceo que les cubría toda la cara. La operación de rescate fue un éxito y los chicos fueron llevados a un centro hospitalario. El hospital se encargó de realizar estudios a cada niño. Los exámenes arrojaron que los niños estaban completamente a salvo y podían enfrentarse a la rueda de prensa.

Las autoridades y los especialistas en el área de la salud recomendaron a los familiares de los niños no conceder más entrevistas a la prensa.

Los médicos acordaron que lo primordial era que retomasen sus actividades con completa normalidad. Los periodistas entregaron sus preguntas, las cuales fueron analizadas y seleccionadas por un psicólogo. Las autoridades hicieron esto como medida de precaución, pensando en la salud de los chicos.

Uno de los doctores tratantes comentaron que se les había suministrado antibiótico por un principio de neumonía, pero ya se encontraban con buena salud. Los niños habían recuperado peso y no tenían secuelas psicológicas.