Comentarios iban y venían en torno a la vida de Antonio Tejado, hasta el momento había tenido una vida muy tensa. No encontraba sosiego en ninguna parte, tanto la vida de pareja como la laboral estaban cada vez peor. Incluso se le llegó acusar en pleno plató de tener algo con un chico en un taxi, y los familiares de su pareja tenían una mala opinión del joven. Este conjunto de situaciones hacían que estuviese algo descontrolado.

Tratando de mejorar su entorno y sus actitudes ha conversado con Cristina Soria para recobrar nuevamente el equilibrio en su vida.

Sesión satisfactoria

Antonio Tejado reconoció que entre todas las cosas que había vivido lo que más le causaba tristeza era lo sucedido con la familia de su novia. Sentía que no tenía por qué dar explicaciones a nadie, mucho menos a sus compañeros de trabajo. Puesto que no eran nada para él, sin embargo admitió le hubiese agradecido a estos que se le acercaran a darle alguna palabra de aliento.

El colaborador explicó que intentaba contener las situaciones, evitando confrontaciones además de ser conciliador. Puesto que esta situación le estaba trayendo problemas de salud, por lo que debía calmarse para no colapsar. Mantenía que simplemente no quería dar explicaciones, cosa que pareció a la coach una conducta algo infantil.

Así mismo, agregó que las personas no veían cómo era él realmente. Puesto que estos lo percibían como alguien irresponsable, fiestero, vicioso y si se quiere algo insensible. Admitió que tuvo relaciones sentimentales pasadas que llegaron a terminar por su culpa.

Admitiendo errores

Cristina Soria utilizó una serie de métodos que hiciesen entrar en razón al colaborador, de manera que reconociese sus errores.

Tejado reconoció que no le gustaba ser metódico ni mucho menos analista de las situaciones, pero debido ante todo lo que había vivido en estos momentos se encontraba haciendo ese papel. Pues no se podía dar el lujo de confiar en nadie, ahora sería más precavido y trataría de alejarse de los problemas.

Dijo que todas estas circunstancias daban una imagen de él que no era verdad.

Puesto que era un hombre centrado y preparado, no era ningún friki como lo querían hacer ver ante los demás. Al parecer Antonio Tejado solía ser un hombre muy confiado y arriesgado con los desconocidos, ya que comentó que si estaba en un lugar y se encontraba con determinadas personas tendría que irse.

Sin esperar que la fiesta acabase, este comentario dio a entender que le gustaba llevar las celebraciones hasta el final. Sin embargo después de todo aquel análisis reconoció que una parte de él era culpable de los acontecimientos vividos.