Para nadie es un secreto que la relación sentimental entre Alejandro Albalá y Sofía Suescun estuvo sumida en constantes conflictos, los cuales comenzaron a hacerse más notorios desde la llegada de la chica a Supervivientes. A partir de allí se desencadenaron una serie de eventos que hasta el momento parecen no cesar, iniciando con su ruptura televisiva, que al final de todo terminó en reconciliación.
El lugar donde habían finalizado su relación se convirtió en el escenario de reconciliación a posterior. Así fueron las idas y venidas de estos ex, quienes siguen dando que hablar en el plató de Sálvame.
Albalá acorralado por los colaboradores
Gema López se mostró indignada por el hecho de que se tomase a la ligera un tema serio como lo era el embarazo. La colaboradora admitió que podía entender que después de una ruptura hubiese algún tipo de recaída intima entre ellos. Pero era inadmisible para esta que Sofía llegase al plató e insinuase junto con Rafa Mora que posiblemente podía estar embarazada. Indicó que el plató de Sálvame no era un patio de colegio donde se pudiese decir cualquier cosa.
La colaboradora llegó a preguntar cómo se había enterado Rafa Mora del asunto, dando a entender que Alejandro Albalá pudo haberle dicho algo relacionado con el tema. El chico reaccionó diciendo que no tenía nada que ver con el colaborador, puesto que para nadie era un secreto que el colaborador no le caía para nada bien.
Desmintió de una manera muy fría y calmada que todo lo del embarazo era mentira.
Sentimientos al descubierto
El tema del embarazo de Sofía Suescun fue aclarado. La chica no estaba embarazada, ya que Alejandro Albalá aseguró que esta le comunicó que había visto su período. Los colaboradores determinaron que todo se debía a un desorden hormonal, con el que quedan todas las participantes de Supervivientes.
Situación que alegraba a Alejandro Albalá, ya que admitió que no deseaba ser padre.
Una vez terminado ese punto Anabel Pantoja quería saber si después de saber lo de la relación de Sofía con el futbolista, este seguía queriendo a la chica. Todos esperaban la respuesta, a pesar de decirle a la cara que estaban seguros que él ya no la amaba.
Al joven no le quedó más remedio que ser sincero, explicando que de seguro había algo de sentimiento por lo reciente de la situación.
Pero nada era igual que antes, con esto cerraba el ciclo de preguntas y daba crédito a los oídos de los colaboradores.