El rey emérito no gana para disgustos en los últimos tiempos. El ex monarca, pese a su abdicación, está envuelto en sucesivos escándalos relacionados, no sólo con corrupción, sino también con líos amorosos.
Si hace apenas dos semanas el medio "El Español" filtraba las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein con el comisario Villarejo donde afirmaba que el emérito la usaba como testaferro y que el ex monarca cobró comisiones por el AVE a la Meca, lo que le ha llevado a ser vetado en Mallorca por la propia Casa Real, ahora, la siguiente en pronunciarse ha sido otra de sus amigas entrañables, Bárbara Rey.
Acudió a 'Sábado Deluxe' y no vetó ninguna pregunta
Ha ocurrido en el espacio televisivo 'Sábado Deluxe' donde la ex vedette era entrevistada sin vetar ningún tipo de pregunta, y como era evidente, fue preguntada sobre su relación con el ex monarca, Juan Carlos I. En torno a esta cuestión, Bárbara Rey admitía que "hay personas a las que les tienes cariño después de lo que sea" y proseguía afirmando "no soy rencorosa y no quiero hacerles daño".
Los problemas laborales de Bárbara Rey por su relación con el emérito
Por otro lado, Bárbara Rey también ha recordado algún episodio tormentoso en torno a su relación con el emérito. Concretamente, los hechos tuvieron lugar allá por 1997, cuando ella misma aseguró haber denunciado a la policía un robo en su casa de material "comprometedor" para una persona muy importante de este país.
No obstante, los escándalos en torno a su relación con el emérito no terminan aquí, pues llegaba a asegurar que le pusieron dos guardias de seguridad y dos policías en la puerta del plató de Tómbola para que no entrara a realizar la entrevista que estaba programada.
La presión de Bárbara Rey en el plató de 'Sábado Deluxe'
Teniendo en cuenta la importancia de la entrevista y tras más de 4 años retirada de los espacios televisivos, la tensión existente en plató aumentaba por momentos.
Tanto es así que la propia Bárbara Rey amenazaba a la presentadora con abandonar el plató de "Sábado Deluxe".
Pese a que la intervención de la invitada no tenía un objetivo fijo, tanto los colaboradores como la presentadora aprovecharon para sacar la máxima información sobre su relación con el emérito. Ante la insistencia, la ex vedette se mostró contundente y quejándose de que se estaba centrando todo en un tema del que nunca había hablado y amenazaba con que "si seguía así, me levanto y se acaba".
Más tarde llegaba a afirmar que "se estaba sintiendo presionada con temas que no se habían tratado en la entrevista previa".
A pesar de sus pronunciamientos en torno al emérito, también ha hablado sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, a la que no le da credibilidad en su testimonio y afirma que "no cree que estuviera amenazada", pese a ello, ha defendido a la alemana de las críticas, pues fue tildada de "prostituta" en un plató de televisión.