Es de costumbre en la bodas recibir regalos por parte de los invitados, y la boda del el príncipe Harry con la ex actriz Meghan Markle no era la excepción como muchos esperaban. Estos recibieron cientos de obsequios por parte de sus invitados e incluso de personas desconocidas.

Según el diario británico Express Los Duques de Sussex deben devolver muchos de estos regalos, ya que quedarse con ellos está en contra de las normas reales. Estos presentes se han estimado en un valor de alrededor de los 9 millones de dólares.

Solicitaron donaciones como regalo

En la boda real, Los Duques de Sussex habrían solicitado a sus invitados que a cambio de obsequios estos hiciesen donaciones a distintas organizaciones que ellos colocaron en una lista. Alguna de estas organizaciones se dedican a ayudar personas sin hogar, o que padecen alguna enfermedad como el VIH.

Al cabo de unas semanas el diario The Times publica que la pareja real se tomaron la molestia de realizar una lista que incluía a familiares y amigos más cercanos, a los cuales sin les solicitaron obsequios, los cuales incluían artículos específicos para el hogar los cuales eran muy modernos, que van desde muebles contemporáneos valorados en 2800 euros y camas “emperador” que alcanzan los 2300 euros, candelabros Lexington, hasta edredones, copas de cristal e incluso productos de belleza.

El Palacio de Kensington repleto de regalos

Dicha solicitud por parte de la pareja real no impidió que millones de obsequios y paquetes llegasen al Palacio de Kensington. Según el Diario Británico, los presentes eran enviados por distinguidas celebridades, así como empresas, firmas e incluso personas desconocidas y fans, quienes se tomaron la molestia de enviarles regalos a Los Duques.

Dichos millones de regalos deben ser devueltos, pues las normas de la realeza no permiten que sean aceptados, ya que de esta manera se evita que sean utilizados para fines comerciales.

Según las normas de la realeza se establece que los regalos ofrendados por personas privadas que residan en el Reino Unido, y que estos no sean conocidos personalmente por la familia real deben ser rechazados cuando existan dudas en cuanto a la procedencia o las motivaciones de quien lo dona.

Otra de las razones es por motivos de seguridad, el equipo de corresponsales de la familia real no puede aceptar obsequios que no se hayan pedido.

Por otro lado La Duquesa Markle tomará un curso en el cual pondrá en práctica las costumbres reales como pintarse las uñas de colores claros, así como aprender a manejar su lenguaje corporal. Al parecer a la nueva duquesa se le habría prohibido tomarse selfies.