No hay ninguna duda. Estamos ante una de las ediciones más surrealistas, violentas, agresivas e inesperadas de la historia de Supervivientes.

Tanto es así que, desde que empezase el concurso, hemos sido testigos de agresiones, insultos, amenazas, expulsiones disciplinarias, abandonos voluntarios, retornos a España para dirimir asuntos judiciales y, sobre todo, de una tensión en el Cayo que se ha disparado muy por encima de la que cualquiera podría haber imaginado cuando arrancó la presente edición de Supervivientes 2018.

Supervivientes pide perdón a su manera

No obstante, ante tantísima polémica y no menos agresividad, la dirección del Reality show más extremo de la Televisión española se ha mostrado tan condescendiente como laxa.

Así ha sido a excepción de la expulsión obligada de Saray. Porque a estas alturas ya se puede barruntar que, de no haberse grabado la escena, la susodicha a buen seguro que seguiría allí.

Y si no, solo hay que fijarse en el caso de Sofía, quien viene reencarnando los valores del "insulto, la intimidación, la hostilidad y la ofensa", como Esther Mucientes bien escribe en el diario El Mundo para explicar cómo la navarra tiene planteado un concurso en el que, salvo su victoria, "todo le importa una mierda".

Algo que tiene fuera de sus casillas a una parte cada vez mayor de la audiencia que, parece, se está cansando de la inmunidad con la que parece gozar un rostro conocido y querido dentro de Mediaset España que los amantes de la 'conspiranoia' aseguran se convertirá en ganadora de SV 2018 porque así lo han decidido ya.

Sea como fuere y como no pueden quedarse de brazos callados ante tantísima tensión y mala educación como la que estamos viviendo al otro lado de la pantalla los espectadores, la dirección de Supervivientes decidía tomar cartas en el asunto y tomar una inesperada decisión con el fin de relajar los ánimos. Obviamente esta no era la de sancionar a Sofía pese a que motivos no falten.

Sofía amenaza a María Jesús

Lo hacía a través de una representación gráfica en forma de "puente del odio" en el que ofrecía a quienes siguen luchando por el premio final en Honduras limar asperezas con sus compañeros diciendo todo aquello que pensaran del otro para así, con las cartas sobre la mesa, aceptar el perdón y comenzar de cero entre ellos.

Más de uno lo hacía, pero Sofía, obviamente no. Al revés, esta aprovechaba para volver a atizar a María Jesús Ruíz a quien amenazó recordándole que puede acabar "llorando sin lágrimas". A pesar de que la ex Miss le ofreció su perdón, la de Pamplona le respondió "tu perdón es una gran m****a [...] Ya nos veremos si Dios quiere".