Dragon Ball Super termino de manera espectacular con su ultimo arco argumental, el cual estaba enfocado en un Battle Royal, donde los ganadores obtendrían la supervivencia y un deseo de las Super Esferas de Dragon. Los últimos episodios fueron sumamente emocionantes, y si tuviéramos que definir cuál fue la razón para que los fanáticos se volvieran a enganchar de la serie, podríamos decir que uno de los principales factores fue la animación.

Un cambio rotundo en la animación

Sobra decir que hay mucha diferencia entre la animación que pudimos observar al final de la saga de Trunks del Futuro, siendo algo totalmente notorio para la mayoría de los fanáticos que imploraban un cambio y mayor dedicación en este apartado.

Si nos ponemos a comparar las imágenes finales de las dos sagas, pareciera que son animes totalmente diferentes, llevados por distintas casas productoras. Lo que ha hecho que una solo pregunta salga a relucir en torno al tema, ¿por qué esta serie tenía tantas variaciones en su animación? Pues, la respuesta es bastante corta, a causa de que todo depende de quién lidere la carga, en cualquier momento dado.

El episodio 62, que tiene por nombre: ¡Yo protegeré el mundo! ¡El furioso superpoder de Trunks explota! Es un ejemplo perfecto. Como la mayoría fanáticos recuerdan, esta emisión nos presentó una nueva transformación de la raza Saiyajin y una batalla totalmente encarnizada, sin embargo, la animación fue totalmente decepcionante, estando por debajo de la media.

Lo que tomamos como un punto de comparación con la batalla que libro Gokú contra Jiren al final del Torneo del Poder, y los fanáticos todo el derecho de estar molestos por el nivel de inconsistencia en Dragon Ball Super.

Una buena noticia y una mala noticia con respecto al tema:

  • La mala noticia es que muchos de los problemas de animación de Dragon Ball Super continúan desde la saga de "Trunks del Futuro", hasta la primera mitad de la saga "Supervivencia Universal".
  • Las buenas noticias es que los problemas de animación sí se abordan, y los principales responsables se alejan del timón.

El mayor responsable

El más grande títere en la pared de la vergüenza de Dragon Ball es Yukihiro Kitano, que se ganó la infamia por haber sido ascendido al rol de supervisor de animación durante el arco de "La Batalla de los Dioses".

Lo que ha hecho que la mayoría de los fanáticos, otros creadores y el personal de la serie han señalado al artista como el principal culpable de esta hecatombe. Si bien, no es el único animador responsable de este problema, Kitano estableció y acepto el declive del programa.

Afortunadamente, Dragon Ball Super terminó con el espectacular trabajo visual de Megumi Ishitani y un equipo de animadores muy superior.

La próxima película de la franquicia se apoyará en los diseños del creador de la serie, Akira Toriyama, por lo que, antes de que el anime se retome, podremos seguir viendo la evolución que ha tenido la animación. Con suerte, nunca más tendremos que (literalmente) mirar este tipo de días oscuros, nuevamente.