Después de más de diez años de emisiones diarias -más las de los fines de semana en el formato 'Deluxe'- los colaboradores de Sálvame están más que curados de espanto o al menos deberían: Las cámaras y los micrófonos del programa siempre están abiertos a la espera de una metida de pata que suponga unos cuantos minutos más de programa.

Algo que debería conocer al dedillo la sección más veterana del programa pero que se ha desvelado no es así, en lo que los medios de comunicación no han tardado en calificar como la última gran pillada de Sálvame y que se producía en la última emisión.

Las rencillas de Sálvame

Hablamos, cómo no, de la pillada 'in fraganti' de Chelo García-Cortés insultando a la presentadora del día de ayer, Paz Padilla, cuando creía que nadie más que su compañera de mesa, Gema López, la escuchaba. Sin embargo, al dejar todos los micros abiertos durante toda la emisión, todos se enteraron de lo que la periodista le dedicó a la conductora en el día de ayer.

Después de ver cómo la gaditana le convertía en el centro de las mofas tras aparecer disfrazada y de ser testigo de su rimbombante entrada en el plató central de Telecinco, Chelo, cansada de tanta cháchara con ella como protagonista y dejando claro que no la traga ni la ha tragado nunca, no se cortó a la hora de espetar un contundente "¡Es imbécil!, ¡es imbécil!".

En dos ocasiones.

Palabras que en su momento no escuchó la andaluza, pero de las que fue informada por el pinganillo. Y es que ya se sabe que los 'topos' en el programa de corazón decano de la televisión española están en cualquier parte. Máxime si se trata de echar a los pies de los caballos a una colaboradora 'de segunda' como García-Cortés.

Pues bien, tras ser informada de lo sucedido, Padilla, que no se corta ni media, le espetó a la protagonista de la tarde un claro: "Chelo, yo estoy haciendo mi trabajo y si me tienes que insultar te pido que me lo hagas a la cara y no a escondidas. Me has insultado gravemente y no te lo perdono".

La guerra interna de Sálvame se agudiza

Una acusación que, de primeras, Chelo negaba a pesar de haber quedado todo grabado y que le llevaban a Paz a hacerle la cruz en antena asegurando que ahora ya tenía claro que "no valía la pena". La audiencia parecía ponerse de su lado.

Tanto era así que, finalmente, a Chelo no le quedó otra que recoger cable y acabar pidiendo perdón a la ofendida. Le habían pillado no tenía otra salida. Otro show de Sálvame que viene a dejar claro que la guerra entre los miembros del programa no deja de agudizarse.