Las polémicas no cesan para la Familia Real en los últimos meses. A las numerosos desplantes en actos públicos de la reina Letizia hacia su suegra e incluso hacia Felipe VI, que hace apenas dos semanas lo plantaba tras el almuerzo en la entrega de los premios Cervantes, ahora ha sido un episodio relacionado con la educación de sus hijas lo que está dejando en evidencia no sólo el carácter de la consorte, sino también sus exigencias a la hora de educar a la princesa Leonor y la infanta Sofía.

El desorbitante precio del colegio de las hijas de los reyes Felipe y Letizia

Como bien es sabido, las hijas de los monarcas no acuden a ningún colegio público, en lugar de predicar con el ejemplo, Felipe y Letizia llevan a sus hijas al colegio privado Santa María de los Rosales, una institución privada que cuenta con lujos de todo tipo tanto dentro como fuera de las aulas. Pese a no estar dentro de los mejores colegios, nos cuesta a todos los españoles la friolera de 7.000 euros mensuales, y entre algunas de sus "enseñanzas", está enseñar a las niñas a "bajar las escaleras sin hacer ruido con los tacones", eso sí, en lo referido a las notas, está a la cola en enseñanza.

Las duras exigencias de la reina consorte tras llevar a sus hijas al colegio

A las exigencias del propio colegio se suman las de la reina Letizia, que según testimonios de periodistas que comparten centro con sus hijas como Terelu Campos, llegaban a afirmar: "cuando llegaron Leonor y Sofía, el colegio cambió radicalmente". Concretamente, Letizia hizo hincapié en cambiar la alimentación del colegio de sus hijas, pero no sólo afectaba a sus hijas, sino a todos los alumnos del centro.

Entre las anécdotas que contó la periodista, se encuentra el menú rígido de todos los alumnos tras la llegada de las hijas de los monarcas.

Las quejas de los padres de los alumnos por las manías de la reina Letizia

Con todo, no se trata del único cambio que los padres que llevaban a sus hijos a ese centro percibieron, pues la seguridad también se modificó, subiendo la valla dos metros más de lo que estaba antes.

Esto afirma que supuso el enfado de numerosos padres con la reina Letizia por su obsesión con la privacidad y la seguridad. Admite además que cuando hay funciones en el colegio, piden el DNI y no pueden asistir nadie más que no sean los padres de los alumnos. A esto, hay que sumarle que la princesa Leonor va acompañada en el recreo por su equipo de seguridad.