Escándalo tras escándalo. En eso ha acabado por convertirse lo que nos vendió iba a ser el concurso de tele realidad de supervivencia más potente y duro de la televisión en nuestro país y que tanto dista de lo que estamos viendo desde hace ya dos meses en Supervivientes 2018.
Una edición en la que parece se han venido saltando todas las líneas rojas admisibles por la audiencia, tales como los insultos sistemáticos, las agresiones de todo tipo y las acusaciones dignas de acabar en juzgado y que, en su última versión, la emitida anoche en la octava gala del programa, llevaba a la audiencia a un nuevo y escatológico escenario.
Hablamos del capítulo que monopolizó prácticamente toda la última gala. El de la bomba que Melissa, la última en ser expulsada y llegar al plató central de Telecinco, y que ya advirtió iba a ser buena antes de tomar el avión rumbo a la capital de España, todavía caliente por su eliminación. Un tema que ha acabado por reventar Supervivientes en todos los sentidos. Los buenos y los malos.
La gala más surrealista de SV 2018
Nos referimos, claro está, a la acusación de esta de las peticiones constantes de Hugo Paz a la que fuera su ex a las que esta había sido testigo de que, por favor, le aliviara con sus manos rememorando tiempos pasados de ambos juntos como pareja.
Algo que aseguró haber visto en primera persona la ya expulsada un día que el ex de Mujeres y Hombres y Viceversa se habría levantado con el mástil en posición de arriar velas y que habría acabado encontrando una mano amiga en la ganadora de Gran Hermano 16.
Como era evidente a partir de ese momento se iniciaba, además de un debate en el propio plató de Mediaset España entre los defensores de unos y de otros, un cara a cara entre Sofía y Hugo echándose en cara si era uno el que le pedía al otro tener una noche loca, si el otro le presionaba al siguiente y en definitiva, quién estaba más pesado en lo relacionado a volver a tener un rato de pasión.
El escatológico show de SV 2018
Más allá de la ausencia de pruebas que, por un momento, hizo que se tambalease su discurso y su credibilidad, Melissa se mostró especialmente segura de lo que decía cuando fue preguntada por Jorge Javier Vázquez si en algún momento vio que los dos protagonistas de esta historia se había besado.
Su respuesta, un "sí" contundente, dejaba sin palabras a los dos acusados. Parece evidente que sí, que era así.
Sea como fuere, toda esta historia que ha reventado en las redes sociales como ninguna otra, a tenor de las encuestas, solo beneficia a Sofía, quien tras todo este escatológico show parece haber reforzado su candidatura al triunfo. Así lo aseguran todos los sondeos. En estos temas nadie sale mejor parada que la navarra.