Se veía venir. Si por algo no pasa precisamente Belén Esteban es por quedarse callada cuando algo o alguien la convierten, por enésima vez, en el centro de atención del foco mediático como le ha sucedido en las últimas horas.
Y es que, para los que todavía no lo sepan y quieran ponerse en antecedentes, la conocida popularmente como la princesa del pueblo se convertía en objeto de todo tipo de mofas al publicar una serie de fotos en ropa de baño junto a su novio tomadas la pasada semana, mientras esta disfrutaba de unas vacaciones en el mar.
Belén Esteban sale de un charco para meterse en otro
Fotos con primeros planos de su pecho operado, enseñando pierna, sacando morritos y posando, aunque quizás algo forzado, junto a su pareja eran objeto de auténticas barbaridades que iban desde los clásicos insultos hasta ataques barriobajeros en los que se dudaba de su feminidad y de si realmente nació mujer.
Tal ha sido -y sigue siendo a estas horas- la ingente cantidad de descalificativos que se le acumulan en los comentarios de su perfil oficial y también en distintos hilos de otras plataformas sociales que, en su vuelta a casa, no esperaba para mandar un mensaje retador a todos sus críticos.
Lo hacía subiendo de nuevo una foto en la que aparece, en bikini, tomándose un baño junto a Miguel, su pareja, y recomendando a todos sus 'haters' que aprovecharan para darse ellos "un bañito" finalizando su respuesta con unas risas.
Algo que muchos de sus seguidores se han tomado como una ofensa para aquellos que no tienen posibilidades económicas de tomarse vacaciones en mitad del mes de mayo y mucho menos para irse a un resort con sol, treinta grados y piscina infinita.
Así pues, como se esperaba, a los aplausos de sus seguidores más acérrimos, salían también al paso las acusaciones de maleducada, clasista, fantasma y muchísimos más calificativos que desde aquí somos incapaces de reproducir por respeto a los lectores.
La respuesta ¿Clasista? de Belén Esteban
Sea como fuere, lo mejor -o peor, según se mire- todavía está por llegar, ya que todavía no se ha sentado en el plató de Sálvame en Telecinco para dar su versión de todo el tsunami mediático que la ha tenido como gran protagonista y desahogarse como suele hacer a modo de terapia cuando alguien le ataca.
Tampoco se descarta que, aprovechando su visita a un hotel como en el que pasaba sus vacaciones, haya aprovechado para firmar una nueva exclusiva y agrandar así su cuenta corriente. Haga lo que haga, lo puede tener claro, le atizarán.