Si hay un personaje cada vez más apagado y relativamente siniestro en Sálvame ese es, sin duda alguna, el de Lydia Lozano.

Y es que, a sus 57 años, la que es una de las colaboradoras más veteranas del programa de corazón decano de la televisión española es todavía una gran incógnita en muchos aspectos de su vida.

En este sentido ni siquiera muchos de los que la siguen desde hace muchísimo tiempo saben que nació en Madrid en el seno de una familia acomodada. Tanto como para que esta llegase a aparece en televisión, por primera vez, en un espacio al que acudió como invitada a hablar de tribus urbanas defendiendo a los "pijos".

Ahí es nada.

La cara más oscura de Lydia

Una tendencia que luego confirmaría durante sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid, donde sus coloridos trapitos y su actitud de barrio alto, le convertirían en un personaje reconocible del campus. Los focos le apuntaban y eso parece que le gustaba.

Una senda que se confirmaría al acabar sus estudios cuando empezó a hacer sus pinitos en emisoras de radio como la cadena COPE, de corte ideológico similar al que esta maneja y de Radio Televisión Valenciana 'Canal 9' donde esta debutó en televisión dando el salto a las emisiones nacionales de la mano de Tómbola. El programa que le cambiaría la vida.

Cuando este llegó, esta ya había conocido al amor de su vida, un empresario de familia noble y posibles en el banco llamado Carlos García-San Miguel Rodríguez de Partearroyo.

Más conocido como 'Charly' para los amigos y que supo cómo enamorar a la rubia de las mechas más famosa de este país.

Sin embargo, nunca se supo porqué, aunque se deslizó en alguna ocasión, esta nunca tuvo hijos. Algo que ha llamado mucho la atención de muchos de sus acólitos en los medios.

La familia de Lydia Lozano

No obstante, en las comidas familiares, no faltan sus dos hermanos.

Jorge y Esther Lozano, con quien esta mantendría una excelente relación y a quienes habría ayudado desinteresadamente dada su posición de nobleza televisiva y su bonanza económica.

En los últimos tiempos la sombra de personaje siniestro de Lydia se disparaba al conocerse las ruidosas fiestas que esta realiza en el barrio de gente bien en el que vive de la capital de España.

Fiestas con bebidas de lujo y DJ de renombre que le habrían costado alguna denuncia y que habría revelado otra cara menos conocida de la comunicadora.

Y es que parece que la cara de la otra Lozano es todavía una incógnita. Ya se encarga ella de que no vea la luz y no la conozcas.