La final de la Copa del Rey celebrada el pasado sábado en el estadio Wanda Metropolitano estuvo marcada por una descomunal pitada al himno español y al rey de España y por las restricciones de la policía, que se dedicó a requisar todo tipo de cosas relacionadas con el independentismo (camisetas, pancartas, bufandas...) a los aficionados del FC Barcelona a las puertas del estadio, una escena que no ha pasado desapercibida y que ha sido calificada como "una vulneración de la libertad de expresión" y un "retroceso democrático".

El monarca se posiciona política y deportivamente en la Copa del Rey

Sin embargo, las camisetas no han sido la única prenda que han generado controversia a través de las redes sociales, pues el propio Rey Felipe VI tuvo una peculiar forma de pronunciarse con su presencia en el palco presidencial del Wanda Metropolitano. Lo hizo a través de su atuendo, concretamente vistiendo una corbata de color rojo y blanco, precisamente los colores del Sevilla FC, lo que se ha interpretado como un desplante al Barça.

Graves críticas al Jefe de Estado por su hostilidad al Barça

Teniendo en cuenta este gesto por parte del monarca, las redes sociales no han tardado en críticar duramente la elección, pues lejos de ceñirse a la neutralidad que se le exige como representante de todo el pueblo español, Felipe VI se colocaba una corbata en apoyo al equipo rival del FC Barcelona.

Entre los que han querido criticar duramente este gesto del monarca se encuentran Josep Costa, quien lo tildaba de "mensaje político de gran hostilidad hacia los seguidores del Barça". Otros rostros como la dipuada Anna Geli mostraron su apoyo al club catalán llegando a admitir: "la corbata del Sevilla pero la victoria del Barça"

El Wanda Metropolitano sube el volumen al himno para silenciar las pitadas

No obstante, no ha sido el único rostro en pronunciarse en torno a lo sucedido en la final de la Copa del Rey, pues también lo ha hecho el periodista Eduard Voltas, quien ha criticado duramente al Estado y acusándolo de mostrar enorme debilidad por poner el himno nacional a todo volumen para evitar que se escucharan más fuertes los pitos y requisar numerosos elementos a la entrada del partido.

En definitiva, ha sido una final de Copa cargada de posicionamientos políticos en lugar de alabanzas deportivas a los jugadores del FC Barcelona, quienes consiguieron una victoria con 5 goles frente a los 0 goles del Sevilla FC.