Parece mentira que con los años que esta mujer lleva en televisión haya tenido que ser una década después cuando Belén Esteban ha sido la última víctima de los peligrosísimos micrófonos abiertos que tanto han dado que hablar en la historia de la televisión e incluso de la política, donde algún candidato a asuntos importantes ha visto finalizar su carrera después de cometer una imprudencia manifiesta como la que ahora le ha sucedido a la denominada como princesa del pueblo.

Y es que, a pesar de saber a la perfección que todo comentario realizado con un micrófono puesto y en funcionamiento es susceptible de que acabe siendo escuchado por la audiencia, más allá de que lo normal sea que estos se bajen cuando no están interviniendo en alguna de las muchas tertulias que se dan diariamente en el programa vespertino, Belén Esteban ha caído en la trampa y de qué manera.

Ya sea de forma deliberada o por negligencia del equipo de sonido lo cierto es que durante la emisión de "Sálvame" pudimos comprobar cómo se le caía la careta del 'bienquedismo' a la de San Blas a la hora de referirse a un compañero suyo de trabajo en el programa de corazón decano de la televisión española. Así fueron los hechos.

En un momento dado, mientras el nuevo defensor de la audiencia estaba colocándose en su sitio, Belén Esteban se salía del plano y se iba detrás de las cámaras para mantener una conversación que en principio debía ser privada con el director de este espacio. Era ahí cuando esta le espetaba un "ya me conoces", para a continuación pedir formalmente que no volvieran a llevar a Carlos Lozano cuando ella estuviera en el programa.

Sabedora de que su palabra va a misa y que manda más que muchos gerifaltes de la cadena de Fuencarral se la dejaba botando a su "dire". No aguanta a Lozano y va a ser incompatible que ambos compartan plano muchos más programas. Así parece que lo tiene pensado pedir a quien haga falta.

Belén Esteban, con el culo al aire

Más allá de estas palabras que mostraban lo que verdaderamente piensa Belén, lo que acababa de dejarla "con el culo al aire" era cuando segundos después volvía a su asiento y, ante una crítica de Carlos Lozano a su persona, asumía la crítica indicando que sí, que a menudo habla mucho y que tiene que dejar más espacio a sus compañeros. Sorpresón por todo lo alto. ¡Le daba la razón y reconocía la labor de Lozano!.

Después de analizar la escena que cada uno saque sus propias conclusiones. Retratada ha quedado.