Con Supervivientes 2018 a punto de empezar llega el momento de revelar una de las noticias más esperadas por todos los fans del considerado como el reality show más extremo de la televisión española: el salario de todos y cada uno de los robinsones que formarán parte de esta experiencia que promete cambiarles la vida.

Algo que conocemos gracias a una filtración interna que pone de manifiesto que, como en todos los sitios, aquí también hay clases y clases, siendo muy distintos los cachés de unos y otros de los famosos que ya están en Honduras a la espera de que se produzca el tradicional salto del helicóptero con el que se pone en marcha cada edición.

Entrando en harina vemos a María Lapiedra, con quien en un principio se había acordado pagarle una cantidad semanal de 4.000 euros, gracias a su revalorización como personaje mediático, se llevará finalmente 8.000 euros por cada semana que aguante en Honduras.

Dos de las concursantes más veteranas, como es el caso de Mayte Zaldívar y Raquel Mosquera, parejas de famosos de la pasada época y antiguas reinas de la crónica social patria, habrían aceptado marcharse a pasar hambre al otro lado "del Charco" por un caché de nada menos que de 10.000 euros a la semana.

Una cifra que el hombre con más años que tratará de ganar el concurso este año, como el cantante Francisco, habría superado al exigir los 12.000 euros a la semana que se ha venido publicando se llevará el valenciano por cada siete días de hambre, calor y humedad en el Caribe.

Ya en 7.000 euros semanales encontraríamos a otros como Adrián Rodríguez y en 6.500 Saray Montoya, de quien se dice podría ser la menos pagada de la presente edición de Supervivientes.

Y es que, los otros concursantes confirmados hasta la fecha, como son Sofía Suescun, Isabel Castell, el Maestro Joao o Sergio Carvajal, se dice estarían en la frontera de los siete mil euros por cada semana que logren completar tostándose y pasando todo tipo de penurias en el Cayo.

Los increíbles salarios de Supervivientes 2018

Sin duda, cifras, todas ellas, que resultan cuanto menos llamativas para la inmensa mayoría de los mortales que, en muchos casos, necesitan todo un año de trabajo para conseguir acumularlas.

Ya se sabe cómo funciona esto de la televisión. Si no hay buenos sueldos, no hay buenos nombres. Y gran parte del éxito de estos formatos radica en lo conocidos de estos rostros. La aventura está a punto de empezar.