Hay que buscar nuevos métodos que mantengan a la audiencia en vilo y es evidente que las pausas publicitarias dan mucho de sí. En ellas los colaboradores se relajan y se muestran tal como son, hay peleas o desencuentros, pero también hay jugosas confidencias y aunque se supone que se respeta la intimidad de cada uno, las cámaras nunca dejan de grabar y llegado el caso se hace público lo grabado.

Ese ha sido el caso de una conversación que no fue tal, ya que ayer aclaró Kiko Hernández (una de las partes “pilladas”) que eran los prolegómenos de una entrevista que María Lapiedra había prometido concederle por lo que primero quería saber que preguntas iba a hacerle.

María revelaba cuestiones muy personales que afectan a su actual pareja, o lo que sea, Gustavo González y a su patrimonio, compartido con la madre de sus hijos. Pero por lo visto hay mucho más y por eso lo van dando por entregas, como aquellas novelas que las abuelas leían semana a semana a mediados del siglo pasado.

¿Un tonteo interesado?

En la segunda entrega pudimos ver un tonteo, coqueteo o flirteo entre María y Kiko. María le explicaba que Gustavo le recriminaba no defenderlo cuando Kiko lo había atacado: “¿Acaso me defendió él cuando Patiño me llamaba mentirosa? Pues entonces yo no me voy a enfadar contigo porque lo ataques a él. Yo soy de ojo por ojo”.

Kiko aprovechó para decirle: “Y además yo te gusto ¿A qué si?

” a lo que María se reía con coquetería y le contestaba. “No seas malo ¡Qué malo eres!”.

Hernández muy risueño insistía: “A qué si ¿Quién te gusta más Gustavo o yo?” María seguía con la risa floja y el coqueteo: “Pero no digas eso ¡Qué malo eres!” y remataba: “No, pero hacemos un buen equipo” y venga a reír.

Finalizaba el coqueteo con Kiko diciéndole que en las fotos sale muy bien porque es muy fotogénica: “Es alucinante lo bien que sales” y a ella se la veía encantada y vuelta a las miraditas y la risa floja, entre falsamente avergonzada y orgullosa.

Kiko remataba ante Gustavo González: “A mí no me interesa, pero ella siempre me ha puesto ojitos”. Un comentario repugnantemente machista, mientras el otro aseguraba que no le importaba el tonteo y miraba para otro lado.

Resulta curiosa esa necesidad de Kiko Hernández, tras años de indefinición sexual cultivada por él mismo, de intentar ahora que creamos que estamos ante todo un seductor de féminas.

Por cierto, según le dijo ayer mismo Gustavo, Núria Bermúdez le ha interpuesto una demanda ya que niega que hayan tenido un encuentro íntimo tal y como él afirmaba hace unos días.

¿Qué hay detrás de todo?

Pues lo que hay es posiblemente el correctivo a Gustavo Gónzalez por no haber querido unirse a la fauna de Supervivientes, amenazar además con no ir a defender a su amada a las galas y encima decir que quiere dejar Sálvame.

Ya sabemos como las gasta la productora. Nadie deja uno de sus programas sin que haya consecuencias y para Gustavo, su punición todavía no ha llegado al final y cada día le dan una nueva vuelta de tuerca. Lo cocinan a fuego lento y por mucho que lo niegue el xup xup le gusta.

Lo curioso es que pone cara de funeral cuando le indican que ha de ponerla, pero las fotos son elocuentes y así lo podemos ver en el vídeo al principio de este artículo, mientras Kiko Hernández le dice lo más grande, él sonríe. Con lo que cada vez nos queda más claro que al igual que su amante está encantado de haberse conocido.