No es común que los personajes públicos decidan abrirse en canal y narrar con pelos y señales un asunto tan delicado, íntimo y personal como lo es una enfermedad. Máxime cuando esta, lejos de tener una afectación a nivel individual ha tenido consecuencias evidentes en sus entornos, a menudo las verdaderas víctimas del mal.

De ahí que haya que aplaudir la valentía de María Patiño a la hora de hablar sin tapujos ni cortapisas sobre un problema tan delicado socialmente como lo es la bulimia de la que esta fue presa durante un periodo demasiado largo de su vida y que, por suerte, ya es historia tras ser superada completamente.

Para lo que no la conozcan la bulimia es un trastorno psicológico y alimenticio caracterizado por la ingesta desproporcionada de comida durante un periodo corto de tiempo que, habitualmente, va acompañada de conductas tales como la provocación del vómito para evitar que esta les engorde en busca de una figura que nunca llegan a conseguir al distorsionar la realidad sobre sus cuerpos.

Un tema del que habló hace unos años en televisión pero sobre el que acabó no ahondando después de ver cómo tras su primera incursión en este asunto recibía foribundas críticas desde varios flancos que le acusaban de estar buscando protagonismo para conseguir un lugar en la televisión que finalmente esta ha acabado consiguiendo por méritos propios.

Y es que se puede llegar de muchas formas pero luego hay que mantenerse.

Fue después de algún episodio que la llevó a estar ingresada, y a raíz de recibir ayuda, cuando esta empezó a quererse y valorarse de tal manera que tras asumir el problema fue dando pasos para lograr una recuperación de la que lleva disfrutando muchísimo tiempo y que tanto sus familiares como sus allegados le agradecer enormemente.

Los problemas de salud de Patiño

Según la comunicadora gallega revelaba públicamente en los últimos días el gran problema de muchos trastornos psicológicos y alimenticios radica en no quererse. Por eso es tan importante trabajar en aspectos como la autoestima, rodearse de gente que te valora y te recuerda lo mucho que vales y no dejarse llevar por ciertos comentarios, opiniones y cánones de belleza que no ayudan nada en asuntos tan delicados como del que ella fue presa.

Ahora que se mira al espejo y se quiere está convencida de que ha conseguido su "mayor triunfo, más allá que el profesional". Ojalá le dure para siempre. Se lo merece.